02 agosto 2007

"TU ELIGES... O SER LIBRE... O SER ESCLAVO..."
Escribe: Lic. Ana María Palomino Cueto

A diario observamos diversas conductas de jóvenes que a veces nos dejan perplejos y otras veces nos causan grandes satisfacciones, que nos gustaría sean imitadas por los demás, sobre todo por aquellos que han perdido su sentido de vida y lo que es peor aún no cuentan con alguien que los quiera o que les manifieste su cariño y preocupación o simplemente les brinde algún consejo que oriente en forma positiva sus acciones o quizá que manifieste su desacuerdo por la manera en que se conduce, viste o habla... Pues, en muchos casos lo hacen por llamar la atención y hacer notoria su presencia, en otros solo están en búsqueda de su propia identidad, pero obviamente carecen de autoestima, de motivaciones en la vida, y pisan en falso tantas veces que la caída es tan honda que difícilmente se recuperan, pero ¿qué buscan? ¿Acaso la felicidad? ¿Acaso alguien que los quiera?
.Muchas respuestas surgirán ante estos conflictos, sin embargo la de mayor contundencia sería que todo ser humano busca que alguien lo quiera. El afecto, los sentimientos, son las piedras direccionales de nuestra vida, son los motores que nos impulsan a lograr y alcanzar nuestros mas caros anhelos, el amor de nuestra familia es muy importante, quizá lo que determina en alguna medida el éxito o el fracaso, lo que facilita o limita nuestro desarrollo.
Y ¿Qué pasa cuando cada uno vive su vida y busca egoístamente la felicidad? Se hace esclavo de sus propios impulsos y deseos, además el entorno social y los medios de comunicación lo impulsan con una fuerza vertiginosa que difícilmente se pueden escapar... Hasta que encuentren un vacío tan profundo y en esa soledad tan escalofriante surja ante ellos la búsqueda incesante de Dios, que quizá en primera instancia surja en forma de conflicto, y luego adquiera su verdadera dimensión. «Siempre estuve contigo, fui el hombro en que depositaste tus lágrimas, fui tu silencio en los momentos de confusión, fui tu amigo que siempre te dio la mano, te acepté cuando todos te rechazaban, te escuché, te consolé y velé tus largas horas de sueño…pero tú me rechazabas, nunca dejé de quererte, por que te hice para que encuentres la felicidad en la sencilla sonrisa de un niño, en la ayuda a los demás, para que te descubras a ti mismo en lo mas profundo de tu ser y para que ames al prójimo y sobre todo te ames a ti, te aceptes tal como eres, que descubras el don que te di al nacer y sobre todo para que vuelvas a ser libre, como lo son todas las criaturas del universo».
Entonces! Tú eliges ¡...Tú eres el arquitecto de tu propio destino, recupera tu sentido de vida, proyecta tus sueños y lucha inagotablemente por alcanzarlos… pero nunca olvides que los momentos de confusión que viviste alguien los está viviendo hoy... Vuelve la vista atrás y brinda tu ayuda a quien hoy en la ingratitud de la vida ha perdido las esperanzas, ha perdido la capacidad de soñar y sobre todo ha perdido la fe.. Y debe saber a través de ti que no está solo. Amigo(a) adolescente espero que esta reflexión te ayude a descubrir tu riqueza interior y cambia tu vida. No te dejes arrastrar por la marea, desarrolla tu capacidad de decidir y crece, madura, aprende a sonreír y apuesta por ti mismo... Tienes derecho a ser feliz...a ser libre, a manifestar tu autonomía y no te olvides de respetar, tolerar y aceptar a los demás.. Que la esencia de la democracia está en aprender a convivir en forma armoniosa y pacifica con los demás y con el entorno. Busca tu crecimiento espiritual.

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