17 diciembre 2008

VILLA EL CARMEN... VOLUNTAD Y PERSEVERANCIA EN ACCION...
Escribe: Ing. Armando Samaniego Orellana

Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: La Voluntad.  Capacidad de los seres humanos que nos mueve a hacer cosas de manera intencionada, por encima de las dificultades, los contratiempos y el estado de ánimo. 
Facultad, fuerza y valor de hacer o no hacer una cosa… la voluntad es fundamental para el ser humano, pues le posibilita hacer lo que realmente desea, llegar a los objetivos planeados.  
Las cuestiones más profundas sobre la existencia humana giran a menudo alrededor de las cuestiones sobre la voluntad.  Según podemos intuir y conocer, la voluntad es el poder de elección de la conciencia, el sentir y la acción dirigida por ellos. 

VILLA EL CARMEN SECTOR II... UN EJEMPLO DE VOLUNTAD Y PERSEVERANCIA... 
Es que Villa el Carmen sector II, han demostrado su voluntad y perseverancia al no dejarse abatir por lo rústico y dificultoso de vivir en el cerro.  Me encontré con Sofía Huamán Roque, una de las primeras pobladoras después de don Nico.  Remembramos con ella como se ha desarrollado dicho lugar gracias a la unión y solidaridad de su gente. Recuerdo que le ayudamos a constituirse en Asociación de Vivienda, siendo su primer presidente Sebeliano Lucana Sante, quien con mucha voluntad y objetivos claros se empeñó a realizar las gestiones inherentes a su cargo para bien de todas las familias de “Villa el Carmen”. 
Actualmente han logrado los pobladores contar con su titulo propiedad.  
Tienen un local para su Comedor Popular donde funciona también el PRONOI.  
Realizaron a manera de Cooperación Popular el Agua y Desagüe.  Cuentan también con Luz eléctrica.  Realizaron muro de contención y ampliaron la calle principal.  Las madres organizadas dirigen el  vaso de leche para bien de sus niños.  Es un lugar estratégico donde se puede apreciar toda la ciudad de San Vicente.  Hombres y mujeres dispuestos a unirse para la construcción de cualquier obra para bien de su sector.  Esta voluntad de desarrollo es imitada gracias a sus pioneros que han venido de muchos lugares de nuestra patria donde se unen para el trabajo en común efectuando la construcción de puentes, caminos, escuelas, iglesias... y en sus quehaceres del campo utilizan la lampa y el pico.  Ahora es imitado por los sectores vecinos. 
Estoy convencido que en la ciudad y anexos existen personas con vocación de servicio que están dispuestos a organizarse para realizar obras que redunden en beneficio de su lugar.  Tienen el convencimiento que se debe trabajar transparentemente y eficientemente el Presupuesto Participativo para lograr el desarrollo integral.  Pero para ello se requiere voluntad e identidad con el pueblo, ser honesto, tener vocación de servicio, saber escuchar y poner en práctica la mejor idea aunque no sea de uno.  
Creo que nuestras autoridades deben aprender de estas personas que con su trabajo están demostrando y dejando huellas para que las nuevas generaciones se inspiren y busquen nuevas perspectivas de desarrollo para su sector, que signifique desarrollo sostenible para sus habitantes. Cuantas veces hemos conversado con ellos y se sienten decepcionados cuando destinan un presupuesto para determinada obra.  Y ellos con ese misma cantidad lo podrían utilizar para hacer el doble u otra obra de necesidad.  Pero no lo hacen ¿Por qué? tienen otros intereses y ello no ayuda al progreso sino al retraso y postergación de los pueblos. 
Para realizar otra obra se esperará otro año o a la próxima autoridad.  Constatamos que cuando se unen pueden lograr grandes obras, pero cuando hay envidia y celos se postergan los proyectos.  
Nos dice Sabeliano después de gestionar y realizar una obra que beneficia a nuestras familias, descubrimos que tenemos la necesidad de ir tras una nueva  gestión por que no podemos quedarnos postergados.  Se nos hace una obligación por que los niños merecen vivir mejor.  
Debemos tener presente que: «al esforzarnos codo a codo en los mismos afanes con nuestros vecinos, con nuestros amigos, con nuestros parientes, podremos ayudarnos mutuamente». Primero, con el ejemplo personal, y después con la palabra y con el deseo eficaz de contribuir a resolver las necesidades materiales y los problemas sociales de nuestro entorno.  
La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices. 
Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos.  
No existe una mejor prueba del progreso de una civilización que la del progreso de la cooperación. 
Y Villa el Carmen evidencia a cada paso los resultados del esfuerzo, la voluntad, la perseverancia y la búsqueda del bien común. 

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