LOS ESTUDIANTES Y LA INVESTIGACIÓN
Autor Prof.: Ana Melva HUARI RODRÍGUEZ - DNI 40736411
Este agitado mundo, donde la lucha por la supervivencia se centra exclusivamente en la consecución de dinero a como de lugar, nos lleva a los docentes a analizar, y nos preguntamos ¿hacia donde nos llevará esta vorágine?, por ello podemos decir a “ciencia cierta”, de que la investigación no atrae hoy a los mejores estudiantes, que eligen ocupaciones mejor retribuidas y laboralmente más estables, Entonces ¿Cómo fomentar las vocaciones así? ¿Es sólo cuestión de medios?, pues es muy importante tener buenos maestros porque todas esas circunstancias hacen, moldean, forman una vocación. La vocación no nace, se hace.
Al margen de la posibilidad económica de los padres de familia en encaminar una carrera en sus hijos, jóvenes ansiosos que egresan de un recinto secundario, si nos adentráramos en cada uno de estos confundidos muchachos, la mayoría de ellos buscan ocupaciones estables que generen buenos ingresos de inmediato. Por tanto, mil veces prefieren ser abogados, ingenieros que investigadores, por ejemplo. ¿Cómo se puede convencerlos para que cambien de mentalidad? He allí el problema. Hoy, los mejores estudiantes no se buscan un futuro en la investigación, sino que se van a cosas más productivas económicamente. La investigación está llena de incertidumbres de todo tipo y los jóvenes quieren un buen empleo y un buen salario en un plazo razonable. Que dicho sea de paso no lo va a dar la investigación, porque dedicarse a la investigación requiere hacer una tesis después de terminar la carrera, y ahí se van unos cuatros años; luego una formación postdoctoral, a ser posible en el extranjero, y eso son otros tres o cuatro años más. Después está la vuelta al país si es posible o de encontrar mejores perspectivas, como muchos de nuestros jóvenes, encontrar mejor futuro en otro país, quienes lo saben valorar y lo acogen. Y ese regreso no siempre es fácil porque las condiciones no son buenas: hay poco dinero, pocas instalaciones. El resultado es que la gente joven tarda bastante en asentarse y además hay que estar luchando continuamente por conseguir becas, financiación de proyectos, recursos...
Todo este entrampado del sistema hace que falten estudiantes verdaderamente motivados por hacer investigación. Y he aquí una cuestión de género, pero la mayoría de investigadores son mujeres. Los varones se van a otros destinos donde pueden ganar más dinero. Igual es que las mujeres son competitivas y será que muchas jóvenes ingresan al mundo de la investigación por falta de perspectivas en esos otros campos dominados por los varones. De alguna forma lo que está sucediendo es un ejemplo de machismo. Además, ese trabajo duro tiene un escaso reconocimiento social. Entonces, ¿que se puede hacer para mejorar el aprecio de la sociedad hacia la figura del investigador? Mucho, mucho que hacer, Por lo menos , entre los docentes que estamos ligados permanentemente a la investigación existe la conciencia de que la investigación es importante para la sociedad. Con todo, es cierto que no hay el reconocimiento de otras profesiones, y por eso habría que salir a la sociedad y divulgar lo importante para nuestra patria y para el mundo, incentivar la formación de investigadores, QUIENES SE EMPIEZAN A DESCUBRIR EN LOS COLEGIOS. Esto debe repercutir en el bienestar de la sociedad.
A la ciencia no hay que ponerle barreras desde fuera porque ya se las ponen los propios científicos. No hay que temer al conocimiento. Claro que en ciertas situaciones, y se ha visto en el pasado que malos científicos utilizaban sus conocimientos con fines perversos, pero hoy en día existe una autorregulación. Son ellos mismos que en ocasiones alertan sobre los peligros de determinados avances. Por eso se han establecido límites y reglas, que luego se endurecen o se relajan según se va viendo lo que sucede con los experimentos. A medida que avanza la ciencia, deben hacerse leyes adecuadas a su evolución, de manera por ejemplo que no pueda hacerse un clon humano.
Nosotros, los docentes inculcamos en nuestras aulas los denominados , “trabajos de investigación”, pues relancemos este tipo de trabajo en su verdadera dimensión , y no para cumplir con una nota en el alumno. Hoy en día en el auge de la informática de los buscadores google , el estudiante tiene amplio abanico para investigar, pero muchos se conforman con el famoso “copiar y pegar”,sin analizar. Por ello el docente , ávido lector por naturaleza, debe saber si un trabajo esta bien realizado, minuciosamente disgregado, sintetizado, redactado, etc. Y la trascendencia de este primigenio “trabajo de investigación, quizás estemos tratando con un científico potencial, que en el futuro traiga orgullo y lauros a nuestra patria.
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