05 julio 2010

PERU, UNA MEGA VETA PARA LAS TRANSNACIONALES
Escribe: Crisanto Laura Cueva - Ecologista - andesyrios@gmail.com

Alan García, es el presidente del Perú, que según la Constitución de la República, representa a todos los peruanos y defiende los intereses de la nación a favor de sus ciudadanos para un desarrollo sostenible; sin embargo la realidad es (al parecer) otra, desde que llegó al poder. Traicionando a sus electores y los principios Hayistas del Aprismo, el presidente, se trazó una meta revolucionaria, geopolítica y estratégica el cual consiste en explotar los inmensos recursos naturales que la tierra peruana alberga.
Lotizó el país para planificar junto a los lobystas con la finalidad de entregarlas a las grandes empresas transnacionales. En BAGUA, a sangre y fuego demostró que las leyes entran con las armas. Impuso las 100 leyes TLC (tratados de libre comercio), con sus socios políticos de la derecha (Apra, Unidad Nacional y los Fujimoristas), para permitir el saqueo y depredación de los recursos naturales en las comunidades indígenas.
Lamentablemente desde la época de la colonia, la situación no ha cambiado. La pobreza nunca acaba y al contrario siempre es utilizada criminalmente con fines electoreros por los políticos tradicionales. Se continúan extrayendo los recursos naturales solo para saciar la codicia de las empresas transnacionales que se enriquecen abismalmente embolsicándose miles de miles de millones de dólares. Lo hicieron con las exportaciones del salitre, el caucho, el guano y la anchoveta. Hoy lo hacen con el oro y los demás minerales, así como el gas natural y el petróleo, pagando centavos de dólar por barril, no pagando sobreganancias como si lo hacen en otros países.
El saqueo de los recursos naturales continúa con más fuerza hoy en día. Para ello las transnacionales están bien protegidas y bien blindadas por el gobierno y todos los funcionarios públicos tanto en los ministerios como en los municipios. Tienen la carta libre para despojar de sus territorios a las comunidades indígenas de la selva, para extraer el gas y el petróleo violando leyes que daban preferencia a los peruanos. Contaminan y se apropian de las nacientes de las aguas cristalinas. Talan mansalvamente para instalar sembríos de exportación que servirán para el negocio energético. A estos inversores les importa un comino proteger la biodiversidad, afectar los ecosistemas frágiles o luchar contra el Cambio Climático. Solo les importa sacar el oro, el gas, el petróleo y las codiciadas maderas. Para ello corrompen autoridades, engañan a las comunidades con alimentos básicos. Lamentablemente esto seguirá ocurriendo si el poder político imperante (economía neoliberal) continúa tal como esta, sino no nos damos cuenta y no nos atrevemos a cambiar de una buena vez.
El país seguirá siendo pobre y rico a la vez. Pobre para la mayoría de los peruanos, que el sistema actual los entretiene con cortinas de humo y nunca los hace inclusivo. Rico para una minoría de empresarios, lobbystas y transnacionales (Repsol y Perú LNG). Seguiremos igual si no cambiamos radicalmente la Constitución de la República, sino elegimos a un nuevo gobernante de tendencia izquierdista o nacionalista.
Nuestro país es una veta inmensa de recursos naturales jamás aun calculados. Por ejemplo, se menciona que solo se ha extraído el 10% de todo los minerales que hay debajo de la tierra. Se ha calculado en forma no oficial, que existirían unos 53 TFC (trillones de pies cúbicos) de gas natural en la cuenca amazónica (hoy solo se ha comprobado que hay 8.8 TFC. Entonces como ecologista pienso y pregunto, ¿porque seguimos siendo pobres y subdesarrollados, teniendo semejante riqueza en la tierra nuestra?

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