07 septiembre 2010

NUEVAMENTE CONSTRUCCION CIVIL... PERDON, DESTRUCCION CIVIL...

Ya lo habíamos señalado en una edición anterior… este gremio no se debería de llamar de construcción civil, sino más bien de «destrucción civil»… el mismo que parece ser, que en vez de trabajadores tienen entre sus agremiados a delincuentes, que se esconden en capuchas, que portan armas, que revólver en mano pretenden imponer su ley… la ley del más fuerte, cuando en todo caso sería la ley del cobarde, que solo puede reclamar con un arma en mano, tratando de que se le cumplan todos sus pedidos…
También hemos dicho, que de todo este atropello, los únicos y mayores culpables somos nosotros mismos, que le hemos dado mucha importancia, mucha tribuna, por su participación en el logro de la Universidad para Cañete… Eso ya paso… y esto debe quedar allí y punto.
Es hora de pedir a todas las autoridades que se aplique con todo rigor las leyes peruanas, que se busque por todos los medios que impere el orden y no la violencia en nuestras calles, que si hay que detener a uno u otro dirigente por provocar e incentivar a sus agremiados en el uso de la fuerza para conseguir sus fines, hay que detenerlos y darles la mayor sanción que nuestra legislación permita.
Y es que para reclamar por puestos de trabajo, se tiene que reclamar con la razón, con las ideas, con las leyes en la mano… y no con un arma como argumento.
El gremio de construcción civil en los últimos años, lo único que está sembrando, por lo menos en nuestra provincia, es el imperio de la fuerza, del arma en mano… de la violencia, del terror… No esperemos que algún inocente caiga presa de un disparo al aire… para recién tratar de imponer el orden… Actuémos ahora, porque de lo malo que suceda, los únicos culpables serán las autoridades que se vienen mostrando indiferentes, y permiten que estos agremiados hagan lo que quieren en Cañete.
Enemigos de la sociedad.
Esta vez, el nuevo enfrentamiento se produjo en el frontis de la conocida Institución Educativa Pública «Guardia Civil», ubicada en el Jr. Ayacucho, donde llegó el gremio de San Vicente para exigir a la empresa contratista encargada de la reconstrucción del mencionado plantel, puestos de trabajo para sus agremiados.
El repentino ingreso de los sindicalistas san vicentinos, provocó la inmediata reacción del gremio imperialino, produciéndose una vez más la pugna por una plaza laboral que dejó varios heridos.
Como es clásico entre el gremio sindical, las balas al aire no se hicieron esperar y provocaron que los vecinos cercanos al referido colegio, cerraran sus puertas y ventanas para evitar mayores daños en el interior de sus viviendas.
Los vecinos del distrito de Imperial, exhortaron al Jefe Provincial de la Policía Nacional en Cañete, asumir con mayor energía su trabajo y evitar este tipo de situaciones que solo altera el orden público y la paz en una localidad.
«Quien les ha hecho creer a estos vagos que son los dueños del Perú y que tienen el poder para hacer lo que quieren», fueron algunas de las opiniones de la población, quienes reiteraron el calificativo de delincuentes a quienes conforman el desprestigiado gremio sindical.
«Si no fueran delincuentes no estarían con pasamontañas o con el rostro tapado… Esta gente no debe existir porque solo sirve para destruir. Dudamos que al Perú le haga falta gente de esta calaña», señalaron sumamente indignados.
Señores autoridades es hora de actuar, pero con la ley en la mano… sin contemplaciones, sin negociaciones… es hora de que impere el orden y la ley en nuestra provincia. Uds. tienen la palabra.

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