DIA DEL SACRIFICIO PERIODÍSTICO DE UCHURACAY DEBE SER EL INICIO DE ENMIENDA DE LOS MERCADERES DE LA NOTICIA

Escribe: Cleto Aguado Gutiérrez

El periodismo nacional, hoy 26 de Enero, hace 29 años, recuerda con nostalgia el holocausto de ocho entusiastas y arriesgados jóvenes hombres de prensa que, cuando el despiadado senderismo sembraba el terror de la matanza en las lejanas e inhóspitas poblaciones andinas y venciendo toda la adversidad en aras de su sagrada profesión y vocación de servicio informativo, se trasladaron al escenario de los hechos en la frígida y abrupta zona de la comunidad de Uchuracay, jurisdicción de la Región Ayacucho, donde por manos asesinas dejaron para siempre sus vidas, crimen alevoso que de modo paradójico coincide literalmente con el proverbio popular que dice: «Quienes buscan la verdad, corren el riesgo de encontrarla»
En los momentos actuales, en que los alcaldes de Imperial, Nuevo Imperial, San Vicente, Quilmaná, San Luis y Cerro Azul, continuando la estéril costumbre publicitaria de sus nefastos antecesores, se han convertido en verdaderos derrochadores del dinero municipal con el que pagan mensualmente a sus «periodistas» mercenarios contratados por la publicidad diaria de sus fotos y sus nombres y otros textos monótonos a través de los programas radiales y canales tv locales que en la comunidad ya causan aburrimiento y hartazgo. Estos periodistas asalariados, no practican ni siquiera una mínima dosis de verdadero periodismo, pues se desgañotan por encubrir, defender y proteger a sus endiosados alcaldes que los mantienen con el dinero municipal, y jamás mencionan siquiera por equivocación los nombres de los diez alcaldes restantes ni enfocan sus problemas comunitarios porque no les pagan; esta es la clase de «periodistas» o comunicadores antisociales que ignoran la objetividad, probidad y equidad informativa.
Con este criterio y en aras de la sangre derramada por los ocho mártires del periodismo en Uchuracay, quienes en nuestro medio practican el periodismo distorsionado o de adulonería deben de retomar el camino probo de un auténtico periodismo al servicio del pueblo, no al servicio antojadizo de la autoridad a cambio de la plata; el auténtico periodista es parte de la sociedad, la representa y la defiende teniendo como fundamento la verdad. Por esta noble causa ofrendaron sus vidas en Uchuracay: Amador García, Willy Retto, Luis Mendívil, Jorge Sedano, Eduardo de la Pinella, Pedro Sánchez, Félix Gavilano y Octavio Infantas, quienes desde su inmarcesible inmortalidad celestial debe ser el ejemplo y faro de guía de todos los hombres que practicamos el periodismo con honradez y probidad, porque la actividad periodística no es una mercancía.