Enrique Verástegui actualmente busca que las editoriales se interesen en sus ensayos y en sus novelas.
En qué estás trabajando actualmente-
Aunque he dedicado mi vida a escribir, siento que ahora, con los años, he logrado mi propósito: analizar, desde el punto de vista de la economía simbólica, todo el acontecer del mundo, en cuya transformación he participado, además, decisivamente, a través de aquel periodismo que hice (algo más bien parecido al ensayo) y que me ha permitido reflexionar, y tomar partido, sobre los acontecimientos de la historia.
¿De qué manera?
Quiero decir con esto que he unido tanto la teoría como la acción, si por acción entendemos lo que entiende el marxismo francés. Si he empleado mi vida en escribir un inmenso libro de poesía, en el que interviene tanto la voluptuosidad gramatical, como la historia, la unión de alma y cuerpo, y las espléndidas matemáticas, es simplemente para manifestar mi mensaje aprendido en los Avatares de la India para manifestar que el amor es posible, y de que hay que luchar por el amor.
Cómo analiza su último trabajo literario
Al margen del terrorismo, y de la vida política peruana, he logrado producir una gran obra –leída tanto en el campo de la poesía como de la prosa– que, sin dejar de ser poesía, es todos los géneros a la vez. Naturalmente esta gran obra, que por el momento llamaremos OPUS 10, es superior a todo lo que ha hecho Sartre y Camus. Así, me reconozco filósofo pero no poeta pues después de la caída del muro de Berlín, poesía dejó de tener sentido.
Pero tampoco tiene sentido la novela. En cualquier caso, dejo la lectura de mi OPUS 10 a mis amigos sacerdotes y monjas católicas, en tanto que agradezco infinitamente que mis novelas hayan sido saludadas por Vargas Llosa, Bryce Echenique, y Julio Ramon Ribeyro.
Quién cree ha influido en su literatura
Naturalmente ha influido en mi literatura la vida y los pensamientos que la vida me ha suscitado. La expresión de la vida se expresa, sobre todo, en el tema erótico, a cuyo sentido de plenitud manifiestan mis libros. Sin embargo, también las matemáticas forman parte de la vida, y entre el Eros y la Mente, naturalmente privilegio los dos. Por lo demás, no existe tanto en occidente como en oriente una obra superior a la mía, como yo la denomino campo morfogenésico, y eso ha hecho que la juventud latinoamericana –desde México hasta Uruguay– enarbolen mi obra como bandera de súper calidad en un occidente definitivamente envejecido.
¿Cómo incursiona en la novela y en la prosa, dejaste de lado la poesía?
Dada mi formación que privilegia la gramática, no encuentro ningún problema en trabajar en distintos géneros literarios, y en los que, por lo demás, sobresalgo. El mundo está lleno de mediocridad, y esa mediocridad es lo que persigue la calidad artística en el mundo. No obstante, como dijo el gran Bradbury: hay que cuidar los libros porque allí se cifra el conocimiento de la humanidad. .
¿Sientes que te falta escribir sobre algún tema o algún otro género?
Aunque me basta sentarme ante una computadora, o abrir un cuaderno, para dejar que fluyan torrentes de escritura, lo que necesito es publicar tanto mis ensayos como mi novela. Estoy tan absolutamente satisfecho con mi obra prosística, que no siento la necesidad de publicarla. Espero, esa es mi ilusión, que algún día los editores publiquen mi libro «El saber de las rosas», que tiene 500 páginas, y «El sueño de una primavera de occidente», de 800 páginas, que derrumba el mito de una Europa, donde, en verdad, no existe calidad.
¿Cuál es el mensaje de Verástegui a los jóvenes escritores?
Mi mensaje a los escritores, y a los lectores, es el mismo desde siempre: amar y promover la vida, amar y promover el amor, ser extremadamente delicado en cuidar la vida. ..
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