La bióloga peruana realiza exitosas investigaciones en laboratorio de la Universidad de Arkansas; su trabajo en vitamina C ayudaría a curar enfermedades como el cáncer.
Jessica Yactayo Chang, es hija de Manuel Yactayo Reyna y de la ciudadana China, Señora, Margarita Chang de Yactayo
No sabe cuándo empezó a interesarse por la biología como carrera profesional.
Pero sí que desde muy pequeña le fascinó la naturaleza. «Tal vez fue a través de mis abuelos maternos, Felipe Chang Yat y Ventura Wong, quienes me inculcaron el afecto por el campo de Matucana. O quizá por mis abuelos paternos Narciza Reyna y Sixto Yactayo, que me recuerdan las tierras cañetanas de San Pedro de Coayllo, cuna del níspero. Lo cierto es que ahora estudio y trabajo en lo que me gusta».
Jessica Yactayo Chang (36) es una de las pocas peruanas que ha trabajado en laboratorios de prestigiosos centros académicos norteamericanos como la Universidad de Florida (2006) donde fue asistente de investigación del doctor Fredy Altpeter, experto en mejoramiento genético del césped, «pero como quería hacer otro tipo de investigación me mudé a Arkansas’: dice.
En la Universidad de Arkansas (2007-2009) Jessica trabajó a escala molecular transformando genéticamente la Arabidopsis thaliana (planta pequeña y de fácil manipulación en laboratorio) para obtener una sobre producción de vitamina C, necesaria para la elaboración de vacunas contra el cáncer en humanos.
Actualmente, forma parte del equipo de profesionales que busca una ruta metabólica que conduzca a la síntesis de la vitamina C para la reducción de los efectos tóxicos de los procesos de oxidación celular. «Cuando esos efectos no son neutralizados pueden ocasionar enfermedades degenerativas como el Parkinson o el cáncer», explica Jessica quien el año pasado terminó una maestría en química bajo la asesoría de Argelia Lorence, ingeniera bioquímica que dirige investigaciones para el desarrollo de estrategias de ingeniería metabólica.
«Se ha probado que esa vitamina ayuda a estabilizar muchas proteínas, lo que es importante a nivel inmunológico; así tendríamos vacunas más eficientes contra muchas enfermedades», sostiene.
Con ese fin también producen plantas transgénicas resistentes a altas y bajas temperaturas, incluso en suelos salinos, y soportan el proceso de sobreproducción que era lo que faltaba; «ahora queda experimentar a nivel celular y de animales; confirmar la vacuna contra el cáncer en humanos será cuestión de uno o varios años», indica, al precisar que está probado que la vitamina C es un importante antioxidante y que en algunos casos ha servido en el tratamiento de pacientes con cáncer.
Tercera de cuatro hermanos, Jessica estudió biología en la Universidad Ricardo Palma. Hizo sus prácticas profesionales en el Museo de Historia Natural y en el Centro Internacional de la Papa (CIP). Su tesis sobre plantas transgénicas mereció
Su contratación (2003-2005) como asistente de investigación de los biólogos moleculares Marc Ghislain y Luis Ñopo Olazábal
«El trabajo de laboratorio es realmente apasionante, demanda mucha entrega; pero te da muchas satisfacciones», advierte Jessica, quien se regaló un semestre de descanso para venir al Perú y abrazar a sus padres Margarita y Manuel. En sus ratos libres prepara los platos orientales que le enseñó su abuelito, de quien aprendió a comer con palitos. (RG)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario