Por Vladimir Alexander Rojas Hinostroza
Estos dos primeros años de gestión local y regional, con los cambios policiales, judiciales y fiscales (cada año, y dos, respectivamente), en materia de seguridad ciudadana, nos dejan el sabor de puras reuniones y cero en estrategia para revertir una problemática que se registra a nivel nacional, y local.
LA RAZON...¿?
Siempre es importante en este campo, la labor y denuncias periodísticas que se formulan, como el caso planteado en «Sin Límite» de Jorge Brignole, que puso en discusión la «razón» de por qué el Ministerio Público pone en libertad a cinco sujetos descubiertos por la PNP en el momento que pretendían incursionar en una casa de playa en Cerro Azul.
Más allá de la «razón jurídica» del Ministerio Público (que en el foro local, resulta entendible), desconcierta la actitud del jefe inmediato de la PNP en Cañete, que en este caso, y no en otros, salió a «aclarar» ante algunos medios (entre ellos, de Rubén Auqui, que fue «víctima» de un apagón parcial) que ellos hacen su trabajo, y si salen los facinerosos, es responsabilidad de los demás integrantes del llamado «Comité de Seguridad Ciudadana».
PROVINCIA TRANQUILA...¿?
«Dejo una provincia tranquila», fue la máxima del Coronel Arribasplata en el día, mientras que horas previas, en las narices de la jefatura provincial, asaltaban un local comercial de medicinas. Sin embargo, de ello no salió a hablar el citado oficial de la Policía, y resulta entendible: nadie habla de los «enredos», sino de lo que consideran un «acierto».
Poner en discusión, si el sistema procesal penal es eficaz y válido en Cañete, ad portas de dejar la conducción policial resulta ocioso en este momento; pero se arremete contra el Nuevo Código Procesal Penal al que considera demasiado benigno para los delincuentes, pero que ocurrencia de decirlo, cuando «anuncia» su retiro de Cañete.
INTERROGANTES...
A lo anterior, asociemos las siguientes interrogantes: ¿Para qué pagamos arbitrios por serenazgo, si los serenos sólo patrullan, e intervienen en forma restringida, mientras en estos dos años, la alcaldesa provincial María Montoya, sólo ha reunido al Comité Provincial, a infructuosas reuniones, y emitir comunicados, como una mera oficina de prensa?
¿Para qué, anuncian la compra de helicópteros y camionetas, sin el presupuesto es restringido para la adquisición de combustibles, y el presidente regional Javier Alvarado, no ha podido liderar el Comité Regional, que sólo se lució para la foto?
¿Para qué detienen a algunos integrantes de construcción civil, si hasta la fecha no se han desbaratado a las mafias, que han sido protagonistas de asesinatos de dirigentes, como el muy recordado Fabio Carbonero?
¿Para qué utilizan el cliché «seguridad ciudadana», si nuestras autoridades se lucen con un perfecto desconocimiento de su concepto, y no elaboran estrategias claras y válidas que contrarreste la criminalidad que se registra, en Cañete, Huaura, Barranca y Huaral, como principales ciudades de la Región Lima?
Lo peor de todo, lejos que este tema, una a autoridades, medios, y ciudadanía, la «bochinchera» de algunos comandos de campaña política, ya nos anuncian cuáles serán sus titulares en los próximos meses. ¿Qué vida la democracia?
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