30 julio 2018

PROHIBIDO... PROHIBIR... Por: Martín Rojas Galo


CAÑETE EN SU PEOR MOMENTO
Que estropeadas, sucias, inseguras y desordenadas lucen hoy las principales ciudades de nuestra Provincia y muy en especial, la de San Vicente de Cañete, nuestro Distrito insignia, nuestro Distrito capital, nuestra ciudad bandera, lugar que se encarga de recibir al 80% de los visitantes a estas tierras... el aspecto que esta  emblemática  ciudad ofrece al visitante es el de una pequeña urbe tugurizada, repleta de comerciantes informales ubicados en los lugares más incómodos posibles, esquinas, intersecciones, paraderos,  junto con estos cientos de comerciantes informales que, definitivamente, han tomado las calles por asalto... 
Un millar de vehículos informales, entre minivanes y autos dedicados, al servicio público de pasajeros, se aúnan a este caos reinante y demuestran no poseer reparo para ocupar el centro de las pistas e improvisar paraderos ilegales, que a la postre han acabado destruyendo todo aquello relacionado con el ornato y la buena imagen que alguna vez poseyó esta ciudad.
El clímax a esta hecatombe urbanística, lo ponen los 3,000 mototaxis ilegales, muchos de ellos sin placas de rodaje, que pululan por doquier, la presencia de todos estos vehículos mayores y menores no solo han dinamitado la imagen de San Vicente, sino que han generado una competencia desleal y soterrada contra las empresas de transporte formales de la Provincia.
Los responsables de este culto a la ilegalidad, la Municipalidad Provincial, su alcalde y la Policía Nacional del Perú ya nisiquiera intentan disimular el problema, han optado por ser observadores de su propia  incapacidad.
San Vicente ha dejado de ser la ciudad amable de hace pocos años, no solo para aquellos que la visitan esporádicamente, por trabajo o placer, sino también y aquí viene lo dramático, para el vecino que habita en ella todos los días, para aquel que no se va, que depende de ella para su diario subsistir.
La calle principal de San Vicente de Cañete, la más ancha, la más amplia, aquella que constituía el desfogue natural para el tránsito vehícular: Prolongación Santa Rosalía, se encuentra invadida desde el año 1999, por un grupo de 300 comerciantes que alguna vez ocupó el interior del antiguo mercado de Cañete y que hoy han transformado esta arteria en una inmensa e inmunda parada, pero atención, estos comerciantes no llegaron  a ocupar esta vía pública porque se les ocurrió a ellos mismos, claro que no, un Alcalde irresponsable los ubicó ahí cuando colapsaron las estructuras del viejo mercado municipal y los cinco alcaldes  siguientes, han demostrado hasta la saciedad su poco cariño por Cañete, han optado por mirar hacia otro lado y permitir que estos comerciantes destruyeran en casi 20 años todo atisbo de orden en la ciudad.
Estos hombres y mujeres que han administrado y administran la ciudad, los elegimos como agentes del desarrollo común, pero su principal ocupación ha sido su dedicación  a promover el atraso, el desorden y la estupidez.
No deseo personalizar la mediocridad individual de cada uno de estos alcaldes, pero sin duda, el actual Alex Bazán Guzmán, será recordado como el alcalde que más presupuesto manejó y en el más inepto, tóxico e indolente de todos ellos.
Mención aparte para María Montoya Conde, ya una vez alcalde y ubicada dentro de este grupete de inútiles funcionarios y que pretende hoy volver a ser elegida como burgomaestre Provincial.
Estamos cerquita ya de las elecciones, 19 listas han puesto la proa hacia la ansiada alcaldía Cañetana, solo una ganará, tenemos poco tiempo para pensar bien, para poder analizar, para poder evaluar candidato por candidato  y descartar a aquellos 18 que salen sobrando.
Ya vuelvo

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