02 enero 2007

Psicoanalista Jorge Bruce, Comenta Posición Del SUTEP
MAESTROS NO ACEPTAN EVALUACION… POR TEMOR A DESAPROBAR…

El psicoanalista Jorge Bruce afirmó que detrás de la negativa del SUTEP a participar en la evaluación magisterial dispuesta por el Ejecutivo, se esconde un gran temor de parte de los maestros a ser evaluados.

Aunque reconoció que los docentes en el Perú son maltratados y su trabajo no es reconocido, Bruce aseguró que ello no es motivo suficiente para negarse a un proceso que trasciende la coyuntura política y para el que es indispensable una evaluación a los maestros: revertir el pobrísimo nivel de la educación peruana.

¿Por qué los maestros se niegan a ser evaluados? Al margen de las razones políticas y del abandono del Estado para con el sector Educación, razones ciertas y aceptables, evidentemente hay un temor de su parte, un temor ¿a qué?
Me parece que la respuesta más directa es que temen ser jalados y enfrentarse a las consecuencias de esa desaprobación, como cualquier alumno que teme ser desaprobado en un examen para el que no está preparado. Y es que todas las evaluaciones nacionales e internacionales de los últimos años demuestran que los maestros en el Perú tienen un nivel intelectual muy deficiente. Por supuesto, los maestros no tienen la culpa directa de esta situación, pero es necesario empezar a cambiarla y para ello es indispensable una evaluación. Ahora, es muy paradójico que los maestros desacrediten su propia herramienta de enseñanza. Creo que en el Perú hay un problema general: no estamos acostumbrados a trabajar siendo evaluados.

Porque creemos que no hay manera de recuperarnos luego de saber en qué fallamos ¿Esto no debería servirnos para mejorar?
Sucede que no queremos enfrentarnos con la realidad, con nuestras limitaciones, y ello nos conduce a no tomar las medidas necesarias para modificar nuestra situación. Ahora bien, la evaluación tendría que ocurrir en un entorno sano y de confianza en sus consecuencias. Pero los maestros tienen todas las razones del mundo para no confiar en el plan educativo del Estado, tomando en cuenta que año tras año, las reformas educativas en el Perú han fracasado.

Constantino Carvallo ha dicho que deberíamos preocuparnos por la “desmoralización” del maestro, quien desde hace muchos años, además de recibir un menor sueldo, ha perdido el reconocimiento y su prestigio ante la sociedad. Este enorme error ¿está detrás del temor de los maestros a desaprobar?
Creo que esto es cierto. Ahora, no es un problema estrictamente peruano. En Francia ocurre algo análogo. Hay un problema a nivel mundial de desprestigio del trabajo y la figura del docente. En el Perú, con los escasos recursos designados para el sector, esta situación ha llegado a extremos insondables. Los maestros se saben relegados y cada vez es más pobre el nivel intelectual de las personas que acceden al magisterio. Pero el problema de fondo es el nivel de la educación y no podemos eludir el reto de enfrentarnos con él. Recordemos que el gran factor democratizador es la educación. Si no tomamos en cuenta ello, ninguna cifra de crecimiento económico nos va a servir de nada.

En su artículo, Carvallo culmina diciendo que lo único que se logra con esta evaluación “con su prepotencia y su improvisación”, es agravar el enfrentamiento. Dice que primero deberíamos empezar por mejorar la situación real de los maestros, que tendríamos que empezar por apreciarlos.
Es innegable que tenemos que empezar por apreciarlos, pero tampoco podemos tapar el sol con un dedo: el nivel de la educación es inaceptable. Y para revertir esto es indispensable una evaluación, como ha reconocido el foro del Acuerdo Nacional. La negativa de los maestros es una muy mala señal, de la cual debemos aprender y sacar conclusiones. No por el hecho de que los maestros sean maltratados, como sucede realmente, podemos negarnos a enfrentar la realidad. En este aspecto, el ministro Chang ha hecho bien en aclarar que la evaluación no tiene carácter sancionador. Sin embargo, en el Perú vivimos las evaluaciones como si existieran para perseguirnos. Tenemos que aprender a enfrentar los exámenes.

El Ministro de Educación, José Antonio Chang, ha perdido autoridad al aplazar, un día antes de la prueba, la fecha de su realización. Ahora la crisis se ha extendido a su propia figura.
Qué duda cabe que es una derrota política para el Ministro. Pero al mismo tiempo, es una victoria pírrica, que se va a convertir en fracaso, para el SUTEP. El Sindicato está generando una imagen ante la población en la que son los maestros quienes se oponen a la evaluación. Esto daña la imagen de los profesores. Pero aquí no se trata de determinar quién ganó. Se trata de no perder de vista el objetivo de fondo: cambiar la terrible situación en la que se encuentra la educación en el país.

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