REQUIEM… POR LUCHO NARVARTE TOVAR
Requiscat in pace…En medio del minuto que espero compensar con palabras, para robarle al silencio, tecleo unas frases que merezcan tu atención… Te fuiste silente… En medio del clamor de un “Perú campeón”… Canción que inmortalizara a aquellos que nos hicieron –incluyéndote a ti- gritar de alegría por los triunfos… Los grandes triunfos de nuestra queridísima Selección de Fútbol, integrada entre otros por Luis Rubiños, Luis La Fuente, Orlando La Torre, Alberto Gallardo, Perico León, Roberto Challe, Ramón Mifflin y por supuesto Héctor Chumpitáz… Porque así tenía que ser… Porque así tenías que ser llevado hasta donde moran los cuerpos yacientes, mientras que el alma recorre el camino soñado del encuentro con Dios… Cuando abrieron las puertas del Estadio Oscar Ramos Cabieses, un silencio no sepulcral.. un silencio revestido de homenaje a tus delegaturas cumplidas en beneficio de clubes de primera división del fútbol amateur, fueron lo que pintó aquello que movió tu cariño al deporte pasional de quienes –como tú- hicieron que esa inmensa valía tuya, se tildara de optimismo en muchísimas ocasiones que refrendaste con palabras sensibles y fuertes, defendiendo los derechos de los cuadros que representaste en ligas cañetanas… “Lucho Narvarte” te llevaron en un cortejo fúnebre vestido en cuna blanca… Cual ilustración de simpleza y sencillez que refresca la memoria para decir que los que te apreciamos, entendemos tu ausencia como una entrega de vida… Como una ofrenda humilde al Creador… Quizá, las palabras que hoy busco en la inspiración del poeta, porque, poesía es vida... La vida de una humanidad… La misma que da vida al hombre y que no lo sepulta… Esas palabras que –vuelvo a decir- no salgan a torrentes, pero si llenan mi espíritu de gratitud por la amistad con tantos hombres y mujeres que te valoraron… Y, aquí… preso de la nostalgia, me atrevo a escribir que estas líneas y muchas más merezca, el amigo que supiste ser.. el padre al cual lloran sus hijos… El mismo que llorado por sus familiares en el camposanto imperialino, donde se encuentre ahora, sepa que estuvieron los que compartieron también en diversas jornadas el espíritu crítico y guerrero que tenías… ya sea como delegado, ya sea como periodista o comentarista deportivo… Ya sea como dirigente.. Ya sea como el que buen amigo que siempre serás… Como lo dijo Arnol Sánchez Alfonso a nombre del Círculo de Periodistas Deportivos… O, como lo definió un familiar en el ofertorio antes de que fueras sepultado con el honor de saber que eras y serás querido y recordado… Ahí estaban, Lucho, tus amigos… Tu familia, que ha de estar sufriendo –lo entendemos- duramente por tu partida y con el consuelo de saber que estarás mejor en la otra vida… En aquella en que te abrazarás a los que, igualmente, se «fajaron» por nuestro «julbo»… Ver acompañados de tristeza a los que compartieron ese sentimiento, es un claro ejemplo de saber que partiste al más allá, con la convicción de saber que hiciste mucho por la tierra que te cobijó… Y, hoy que estoy aquí, haciendo una elegía para ti, me aferro al aprecio de Javier Vásquez Almeyda, de Roberto Pachas Calagüa, Jorge Gonzáles Prada, Félix López Vicente, Roberto Sánchez, Segundo Díaz de la Cruz, Alberto Ramos “Ramito”, Hugo Sánchez, El “Chuly” Vera, Mario Moreno Ramírez, Miguel Morales Encalada, “Pocho” Esterripa, Marcelo Ochoa Yactayo, Hugo Murga, Rafael Luyo Rivadeneyra y tantos players, dirigentes, profesores y periodistas del ayer y de hoy que se hicieron presentes en el recorrido hacia la final morada del descanso eterno… Porque así tenía que ser… Y como reza el verso hecho sonata «Un homenaje para tu ausencia, yo te lo brindo con mi presencia»… Bien Lucho… Bien por ti… Por ese afecto que supiste dar y recoger… Has de quedar como queda el hombre, siempre, en la pupila amorosa de quien toma en sus manos su palabra para sembrarla en nuevos solares con el sueño de que la tierra toda, un día sea puro reverdecer… Ha de enjugarse las lágrimas del destierro voluntario hacia el edén… Ha de mostrarse ante el que juzga el acto solidario de la noble entrega del dolor y el sacrificio de tus últimos días… Ha de enlutarse el fútbol, una vez más, mostrando el crespón negro en el minuto de silencio a tu memoria… Han de sonar una vez más, como eco de emoción contenida, las letras de lo compuesto por Félix Figueroa, cuando el balón vuelva a rodar en el césped “imaginariamente” todo verde del Estadio “Oscar Ramos Cabieses” o del “Roberto Yañez”… Y, entonces – solo entonces- querido amigo… estaremos en paz con nosotros mismos, sabiendo que tu irremediable tránsito hacia el infinito, tuvo una motivación mucho más relevante que una simple muerte: la necesidad de contar con un auxiliar para el Dios de los justos, que también sepa de deporte… «Descansa en paz, LUIS NARVARTE TOVAR»… Descansa en Paz…
Y, bajamos el telón…
Hoy, nos iremos hacia la casa materna con Greta y Debbie… Un abrazo a ustedes… Por la tarde, nos obligaremos a ver lo relacionado a la lucha por los derechos de los afrodescendientes… «La vida es sueño.. Los sueños, sueños son… Cuídense que los estoy chequeando con mis lentes de contacto.
1 comentario:
DESPUES DE CUATRO AÑOS DE PARTIDA DE MI PADRE, HE ENCONTRADO ESTA PUBLICACION QUE NO LO HABIA LEIDO...MUCHAS GRACIAS POR EL APRECIO QUE TUVIERON HACIA EL...
ATTE.
SARA NARVARTE GARCIA
Publicar un comentario