En una de sus cartas, San Pablo Dice...
EL QUE NO TRABAJA, QUE NO COMA...
Escribe: Lic. Ana María Palomino Cueto
Y comenzaron los problemas, después de habernos reventado cuetes y de hablar tantas cosas lindas sobre nosotras, pero bueno…veamos ¿Por qué las cosas parecen salir al revés? Porque siempre estamos asumiendo el cariño equivocadamente ¿Por qué damos y damos y nada exigimos? Porque creemos que todos ¡tienen que hacer! que no queda tiempo para ayudar a mamá; sin embargo al terminar de almorzar se sientan en el mueble para ver televisión ¿y tú? Por supuesto lavando platos, limpiando la mesa, barriendo los desperdicios, etc. Y nada ahí comienza la segunda parte de la jornada. ¿No te has puesto a pensar que eso es injusto? Que si hay 4, 5 o 6 personas en casa y todos se alimentan, todos deben de ayudar...si o no. ¿O quieres envejecer pronto? ¿O te quieres enfermar y pasar unos buenos días en el hospital?..Creo que no. Bien, entonces ¿Qué debes de hacer?..Observa cuántas personas hay a tu alrededor cuando cocinas, organiza la ayuda y simplemente con mucha tranquilidad y firmeza di "EL QUE NO TRABAJA NO COME" y cúmplelo, luego después de almorzar igual, dirás necesito ayuda, y a trabajar todos...Quizá piensas que así no está bien, así no es…EQUIVOCADA, los estás malacostumbrando, y cuando es tu día ni siquiera lo hacen sentir, porque finalmente sigues trabajando, ¿Es que el amor se traduce con servilismo? No, para nada ¡Valórate!...esto solo será algún tiempo, además estarás enseñando a todos que AMAR ES COMPARTIR…compartir responsabilidades, deberes, ser tolerantes, demostrar afecto hasta cuando llamas la atención. Si eso no sucede, rebélate, no hagas nada, que lleguen todos con hambre y que no encuentren almuerzo ¡Hazlo! Eso no quiere decir que la casa se convierte en un ejército. Eso quiere decir que si todos trabajan, todos deben de ayudar con amor. Te cuento una historia, se trata de una familia de tres hijas, cuando ya lograron independizarse económicamente gracias a sus estudios y trabajos hallados. El padre con mucho agrado le dijo a la mayor…¡Estoy feliz hija que hayas conseguido tu primer empleo, deberás aportar algo a la casa, empezaremos con el recibo de agua...¡Fabuloso! Dijo la hija. Luego le informa que le subieron el sueldo. Acto seguido le dio la boleta del gas. La segunda hija comenzó a trabajar le dio el recibo del teléfono, luego el de la luz. La tercera, se encargaría de comprar un saco de arroz,..y así sucesivamente las responsabilidades eran compartidas y se asumían con amor. Siempre el diálogo, el entendimiento del porqué de cada acción y la mamá que primero le causó una fuerte impresión la actitud de su esposo solo guardó silencio y estando a solas el le explicó que amaba tanto a sus hijas que no quería que su ausencia le afectara si así sucediera. Bueno, pasaron algunos años y sobrevino la muerte del papá, cosa que afectó a todas; sin embargo al lograr su independencia económica le fue más llevadera la administración de la casa. No quisiera que esto pase contigo, pero nade es eterno, y la costumbre que mayormente observo es que cuando los hijos trabajan lo hacen para sí mismos y hasta se vuelven viciosos y divertidos como si la vida se acabara (no en todos los casos).
Esta solución está en manos de los dos: papá y mamá. Amen mucho a sus hijos, pero la mejor forma de darles su libertad es a través de la responsabilidad. Sean firmes en lo que proponen y cúmplanlo, si hay alguna protesta, que sustente porqué.
Si es todo para una buena obra, bueno en cuanto tiempo, pero siempre deberán contribuir al hogar con algo y de buena gana. Fortalezcan su amor cada día con sinceridad, en honor a la verdad y no olviden:
EL TRIANGULO EFICAZ SE LA FAMILIA TIENE COMO BASE LA ESPIRITUALIDAD, EL RESPETO Y LA AYUDA MUTUA.
Bye.
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