12 marzo 2008

Revela desde su lecho de dolor su acompañante, Ivan Magallanes...
ACCIDENTE DE TRANSITO QUE SUFRIO REGIDOR ALAN JUAREZ FUE PRODUCTO DEL ALCOHOL...


LUNAHUANÁ.- Lo que en un primer momento se especuló que el accidente de tránsito que sufrieran el regidor provincial Alan Juárez y el servidor edil, Iván Magallanes, en las fiestas de de fin de año, fue producto del alcohol, hoy quedó confirmado.
En testimonio desgarrador Iván Magallanes, quien actuó de copiloto la tarde del pasado 25 de Diciembre, expresó que ambos libaron dos cajas de cerveza y salieron con engaños hacia San Vicente.
“Recuerdo que subí al carro y me quedé dormido. Me desperté cuando el vehículo ya estaba colisionado con una combi. Pensé que era un sueño, pero no fue así sino nos habíamos chocado”, relató Magallanes.
Sumamente molesto y dispuesto a decir las cosas por su nombre, Iván Magallanes, desde su lecho de dolor, responsabiliza directamente al regidor Alan Juárez del accidente y se queja de falta de apoyo a su persona.
“Lo conozco a Alan desde que éramos niños. El, lleva doble vida…”, dijo entre otras cosas en el aspecto personal, profundamente acongojado porque a consecuencia del accidente su vida dio un giro de 90 grados.
Magallanes recordó que fue él quien le sugirió al actual alcalde, Javier Alvarado, para que Alan Juárez, ocupe el cargo de regidor en representación de la juventud en la lista de Patria Joven.

NECESITA APOYO…
Sin embargo, a pesar de haber participado en la campaña, poco o nada ha recibido de parte de los regidores de esta agrupación política y de sus ex compañeros de trabajo.
Iván Magallanes, quien laboró en la Gerencia de Obras de la comuna, requiere el apoyo urgente de medicamentos porque su estado de salud es sumamente muy delicado.
Más aún se tuvo conocimiento que fue el único sustento de sus familiares y producto del cual su situación económica se ha agravado e incluso, una de sus hermanas ha dejado de estudiar en la Universidad.
Expresó que en más de una oportunidad llegó a la Municipalidad Provincial de Cañete, pero todos sus amigos le dieron la espalda. “Me vieron como un extraño y nadie me dijo nada”, relató en medio de lágrimas.
Sin embargo, le causó sorpresa la inesperada visita de un trabajador de nombre Giovanni, quien le sugirió porqué no lo buscaba y le pidió las recetas para comprarlas.
“Pero, ahí estaba mi amigo, Papo, quien le dijo que no me podía sobornar de esa manera. Lo que requiere Iván es alguien que le brinde el apoyo, le movilice y otras cosas más”, recuerda Magallanes.
Aclara que le duele mucho decir estas cosas, aunque los familiares del regidor Alan Juárez, le haya indispuesto a mucha gente lo contrario, pero Iván Magallanes seguirá hablando las cosas por su nombre.

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