CON NOMBRE PROPIO…
JOVEN… ¡COMENCEMOS A SER MEJORES…!
Escribe: Omar Yactayo.
El joven, no es aquél que tiene 20 años, el joven es aquella persona que realiza asuntos de joven. El joven debe soñar, se debe forjar grandes sueños: puros y brillantes, transparente como el agua, sus sueños no deben ser egoístas ni limitados, la historia de un país depende del sueño de su pueblo.
El joven debe añorar la creatividad y la producción, deberá evitar el fracaso, deberá vencer la adversidad. Los ojos juveniles deben mirar al futuro como la magnitud del universo, con esa fuerza inconmensurable que Dios nos da a todos los hombres.
El joven deberá anhelar ser dueño de un mundo amplio; el hombre de alma joven deberá forjarse al máximo para luego enseñar, deberá tener siempre entre sus labios: pasión, aventura, lucha, valor, realización, vitalidad, afán de dominante.
Jamás deberá tomar en cuenta: el fracaso, debilidad, desesperación, desaliento, sumisión, pereza, maldad, etc.
¡Joven, no temas al fracaso!. Desafía a la vida, avanza sin mirar el pasado. Recuerda que una generación tiene que sacrificarse para que la siguiente prospere.
¿Cuántos hombres sacrificaron sus vidas por nosotros?. Hoy nos toca la responsabilidad de avanzar para que nuestros hijos y los hijos de estos encuentren una sociedad mejor.
Aquél hombre que no piense así, habrá dejado de ser joven, porque nosotros y ustedes vivimos juntos, nadie vive solo, el joven no debe tener en cuenta los prejuicios egocéntricos, no debe ser egoísta, porque unidos se podrá forjar un mundo más justo y equilibrado, el joven deberá admirar la cooperación, la belleza y el amor.
Tiene que anhelar amar y ser amado. El joven deberá revolucionar lo inadecuado y el abuso, con ideas emprendedoras y nobles porque la dignidad del mundo depende de hoy.
Entonces: ¡comencemos a ser mejores!
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