Sus hijos, familiares y amigos asistieron a la Misa de Honras en la Iglesia de Imperial
RECORDADO EX ALCALDE DISTRITAL DE HUANGASCAR EMPRENDIO EL VIAJE SIN RETORNO HACE UN AÑO
Escribe: Cleto Aguado Guitérrez – CPP. Reg. N° 681
En la sinuosa y ardua tarea en la existencia humana, un antiguo pensamiento dice: «la vida y la muerte son parte del destino. Su determinación, como el día y la noche, es de Dios, fuera de la interferencia del hombre». Por esta ley divina, el 10 de Abril del 2009 como consecuencia de una grave enfermedad, se apagó la vida de quien fuera honesto y laborioso Alcalde distrital de Huangáscar (Yauyos), Sr. Hipólito Aguado Girón, a los 94 años de edad en Imperial, cuyos despojos, por voluntad de sus hijos, reposan en el Camposanto del distrito de Quilmaná; dejando en la orfandad a sus hijos felizmente ya adultos, pero también sumido en la nostalgia a la población huangasquina, particularmente a sus familiares en Huangáscar, Cañete y Lima.
GRATOS Y HONROSOS RECUERDOS PARA EL PUEBLO
El que ahora ya e encuentra en la diestra de Dios, el Sr. Hipólito Aguado Girón, en vida y durante el periodo de 1959 fuer uno de los trece Alcaldes de Huangáscar que ofrendó decididamente su trabajo por la construcción de la carretera que le correspondió el pétreo peñasco del sector Molle-Grande, así como se dedicó a otra importante gestión del represamiento de la Laguna Tutacocha, etc. por los que el pueblo entero lo recuerda con cariño y congoja, porque sus obras y su desprendimiento reviven su nombre y su imagen en los corazones de quienes hemos vivido y compartido con él, razones por las que, «es muy dulce ver llegar la muerte mecida por las plegarias de los hijos y de un pueblo». El Sábado 10 de Abril en curso, al cumplir el primer aniversario de su sensible fallecimiento, sus hijos organizaron la celebración de la Santa Misa en su memoria y descanso eterno en horas 12 del día, en la Iglesia de Nuestra Señora El Carmen de Imperial a cargo del Párroco Rvdo. Frutos Berzal Robledo; y posteriormente una reunión en la vivienda familiar en la Urb. Santa Rosa de Hualcará para cumplir la tradición costumbrista de «Quita luto», ya que «el luto es traje de la desolación, desnudez del llanto, tristeza acumulada sobre una lágrima, tristeza impregnada en la ausencia del ser querido». Con estos actos familiares y gestos de recuerdo, el espíritu de mi primo Hipólito, parece decir: «Tengo un lugar en el cielo, aquí no hay dolor, ni sufrimiento, soy feliz porque estoy junto al Señor; así como también en el corazón de cada uno de los que me quieren. Aunque he tenido que dejar a quienes quiero, para ir por el camino silencioso, no se aparten ni hablen de mí con tristeza, sino ríanse y hablen de mí como si estuviera con ustedes»
RECUERDOS NOSTALGICOS, LECCIONES Y EJEMPLOS PARA LOS HIJOS
Siempre suele decirse que, «la muerte del hombre nos deja lecciones y ejemplos, la muerte nos lleva el dedo sobre el libro de la vida», y los hijos de mi recordado y apreciado primo, no están lejos de esta realidad natural y familiar, por eso, parece todos ellos: Adolfo (fallecido), Darío, Lué, Victoria, Visitaciona, Isabel, Filomena y Verónica Aguado Gálvez, así como su media hermana doña Estela Aguado Saldaña, al unísono y en silencio expresan sus frases de eterna gratitud: «Gracias por todo el amor que nos diste, por las enseñanzas que nos inculcaste, por el apoyo que nos brindaste, por la unión que forjaste y sobre todo, gracias por haber compartido la vida con nosotros». Hipólito, siempre descansa en la paz eterna», pues «la muerte y la gloria son compañeros inseparables de toda persona humana».
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