Cleto Aguado G. – CPP Reg. Nº 110681
Todos conocemos que la autopista es una vía de circulación rápida, en consecuencia muy riesgosa para el peatón en zonas urbanas como Imperial y San Vicente enlazada por la autopista. Pero para el colmo de la incapacidad y desfachatez de quienes fungen de autoridad local encargada de cautelar la circulación vehicular, la autopista de Imperial a San Vicente, aparte que soporta en todo momento un intenso flujo vehicular de todo tonelaje hacia los distritos aledaños y a la vecina provincia de Yauyos, sus bermas laterales sirven también como zona de estacionamiento de hilera de camiones de carga pesada, principalmente en el tramo de entrada a Imperial y otros vehículos a lo largo de la Av. Benavides en San Vicente, exponiendo en grave peligro la vida del peatón.
Hay que considerar que Imperial, no es una zona aislada o separada, sino que tiene como continuidad poblacional hacia los laterales de la mencionada autopista que se ubica la Urbanización Santa Rosa de Hualcará y el sector de El Chilcal, cuyos habitantes tiene nexo directo con Imperial tanto en el aspecto educativo y aprovisionamiento de productos alimenticios en los centros comerciales de Imperial, es entonces que los peatones corren el riesgo de ser víctimas de accidentes de tránsito; porque los vehículos en mención les quitan la visibilidad y obstruyen la necesidad de cruzar la autopista ya que no existe puente peatonal.
Esta seria irregularidad informal contra la vida, la salud y la integridad física de los peatones de dicha zona, no es problema reciente o esporádico, sino que viene ocurriendo a diario y durante varios años; pero que ninguna autoridad vinculada al control del tránsito vehicular, que ven esta irregularidad a diario, alcalde tras alcalde en diferentes gestiones, tanto en la municipalidad provincial y de Imperial, ninguno ha tenido la iniciativa elemental de despejar de vehículos la indicada autopista, mediante alguna medida eficaz, inclusive aplicando severas sanciones si fuese necesario para preservar la integridad de la colectividad. Ya es hora, que deben cambiar las autoridades fantoches que les gusta exhibirse con sus peroratas intranscendentes en los programas radiales y saciar su temperamento narcisista a través de los canales tv. local pagando estas frivolidades con dinero del pueblo.
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