Escribe: Dr. Jhonny Hans Contreras Cuzcano - Fiscal Provincial Civil y Familia de Cañete
REALIDAD SOCIAL DE LOS MENORES EN ABANDONO La realidad social de nuestro país nos muestra cada día dolorosas realidades, siendo uno de ellos los niños y adolescentes en abandono, a pesar que muchos tienen padres y/o familiares que se desentienden de ellos, dejándolos a su suerte con el inminente peligro que corren de ser víctimas de agresiones físicas, psicológicas, sexuales y aún de su propia vida; pero ello no queda allí, estos «abandonados» contra su voluntad crecen en un medio hostil y discriminador que los convierte en seres resentidos, traumatizados y rebeldes con sus congéneres y la sociedad misma, a tal punto que al irse desarrollando en la calle, aprenden cosas negativas como el consumo de bebidas alcohólicas, drogas, los varones se inclinan por el arrebato de carteras y celulares, las niñas y adolescente mujeres se inician precozmente en la prostitución clandestina y/o salen embarazadas con el consiguiente abandono que sufren de quienes la perjudicaron.
Es por ello que es común encontrar en las puertas de los hospitales, iglesias, instituciones de beneficencia, de casas hogares a bebes envueltos y abrigados, completamente solos. La madre nunca aparece. Creo que hay mucho de angustia y desesperación al hacer ese acto de dejar un hijo; pero también la esperanza de que estará en buenas manos y atendido. Esto en el caso cuando abandonan al niño estando seguro que alguién lo cuidará, pero cuando abandonan a recién nacidos en lugares inhóspitos ante las inclemencias del clima y poniéndolos en un riesgo muy alto; es muy diferente ya que en este caso la acción se puede calificar como un acto inhumano, grave, motivo para preocuparse.
Cada año se celebra en la mayoría de países el DIA DEL NIÑO, en los que abundan más los discursos y promesas, que las soluciones. Un niño no se construye sólo levantándoles los brazos, sino levantándole la vida. Esto significa una dedicación que está muy lejos de sentar niños frente a los dibujos animados para tenerlos quietos y librarse de responsabilidades. Más bien significa estar libre de egoísmo personal dedicando tiempo y esfuerzo al propósito de que esos pequeños no crezcan abandonados a su propia suerte, ni a los malos consejos de los amigos, sino con una sola formación de principios que les ayuden a enfrentar a la sociedad con manos que trabajan, no con manos que piden, con mente sana y espíritu limpio, no con pensamientos bajos formados con los golpes destructivos de una sociedad en decadencia.
PROTECCIÓN LEGAL A LOS MENORES EN ABANDONODentro del contexto de protección legal a los menores en abandono, encontramos en primer lugar la Constitución Política del Perú, el cual en su artículo 4º establece como mandato constitucional la prioridad en la protección del Estado a los menores, madres y ancianos en abandono, para ello se ha legislado y producido normas legales que han establecido parámetros de protección a los menores en abandono, dentro de estos encontramos al Código de los Niños y Adolescentes el cual establece en su artículo 248º las diversas circunstancias de abandono de menores, así como las medidas de protección que deben adoptarse en cuanto a ellos, el Código Civil también ha establecido la tutela como medio de protección, pero ello implica un proceso judicial que muchas veces nunca se aplica. De otro lado el Perú forma parte de los Tratados internacionales sobre derechos humanos, dentro de estos instrumentos supranacionales se encuentra la Convención de los Derechos del Niño, en el cual se han desarrollado de una manera integral los derechos que éstos gozan y los mecanismos legales para su cumplimiento.
PROGRAMAS INSTITUCIONALES DE PROTECCIÓN De otra parte las instituciones tutelares del Estado como el Ministerio Público ha desarrollado desde hace algunos años programas preventivos de protección a las personas que son víctimas de violencia familiar, abuso sexual de menores, así como de niños y adolescentes en abandono, habiéndose desarrollado el Plan Nacional de Acción por la Infancia y Adolescencia 2004-2010, documento marco de las acciones programadas y estrategias que deberán asumir y ejecutar los diferentes sectores e instituciones del Estado y la Sociedad Civil, para lograr el cumplimiento de los derechos de los niños y adolescentes peruanos.
Dentro de ello debe señalarse como uno se sus objetivos crear condiciones en el Estado y la Sociedad Civil para garantizar el desarrollo humano de todos los niños, niñas y adolescentes y reducir la pobreza y la exclusión que les afecta a lo largo del ciclo de vida; asimismo el Plan Estratégico Institucional que tiene entre sus lineamientos «Dinamizar las acciones para efectivizar los objetivos señalados en el Plan Nacional, con el fin de erradicar la violencia ejercida contra niños, la violación y acoso sexual de niños, adolescentes y escolares dentro de los Centros Educativos, así como contribuir en la reducción del tráfico y consumo de drogas».
NECESIDAD URGENTE DE CONTAR CON ALBERGUES ESPECIALIZADOSEn ese sentido, en cuanto a las medidas a adoptar respecto de menores en abandono y/o víctimas de abuso sexual, existe consenso sobre la conveniencia de desarrollar estrategias destinadas a que el niño o adolescente permanezcan en el hogar o sean rápidamente reintegrados a ellos, siempre con una vigilancia de la dinámica familiar a través de controles y seguimientos. En los casos de riesgo se debe atender primeramente el punto de urgencia, que es dar seguridad a la víctima, y luego tratar de llegar al grupo mediante distintas intervenciones: asistencia social, psicólogo, con el objeto de estimular el reconocimiento – en principio superficial- del conflicto que los incluye a todos. En la actualidad se dispone que los menores sean trasladados a la provincia de Chincha (mujeres) y a la ciudad de Ica (varones), trayendo como consecuencia un alejamiento casi total del resto de su entorno familiar, lo que crea aún más problemas para dicho menor; a pesar que actualmente contamos en Cañete con la ONG «Nuestros Pequeños Hermanos» que brinda albergue a menores y adolescentes en abandono, ello resulta insuficiente. En este sentido resulta inexplicable que nuestra Provincia contando con una Corte Superior de Justicia, una Jefatura de la Policía Nacional, una Gobernación Provincial, Municipio Provincial, Unidad de Gestión de la Educación, y muchas otras instituciones públicas y privadas, no se cuente con un albergue de menores donde pueda de modo inmediato las instituciones competentes dar protección rápida y eficaz a los menores, así como también a mayores en abandono, todo esto sin perjuicio de continuar con el tratamiento que permita la reinserción del niño a la familia, razón por la cual resulta imprescindible contar con un albergue en este Distrito Judicial a cargo de personal especializado.
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