09 mayo 2012

NO AL CIERRE DEL BOULEVARD DEL PISCO EN SAN VICENTE DE CAÑETE

Escribe: Spartako

El Boulevard del Pisco es una de las pocas cosas de interés de la que se puede jactar Cañete. Ahora que pretendan cerrarla. Sería una ridiculez de proporciones inimaginables. Sería imperdonable. No al cierre del Boulevard del pisco, esa es nuestra posición. Muerta toda expectativa por el Arte Negro, Chincha le lleva una enorme ventaja a Cañete en infraestructura y logística, sobre todo en abundancia de cultores que tienen raíces y que no las han perdido, o casi no. Vender a Cañete como algo que no es, es incluso más nocivo que ventilar sus falencias .Desde que tengo uso de razón siempre se ha «cultivado» el Arte Negro, en Cañete, como un arte banal sin trascendencia, yo sólo he visto coreógrafos, no cultores a la altura de los Ballumbrosio por ejemplo. Por esa superficialidad, Cañete, que en antaño recibía turistas en su Festival de Arte Negro, se fue extraviando y perdiendo sin conocer la verdadera esencia de lo que exponía. No estamos atacando a los difusores de esta Costumbre, de ninguna manera. Como dirían ciertos españoles sobre una de sus manifestaciones populares: «al flamenco hay que mamarlo, hay que sentirlo». Creo yo que lo que no se hace con pasión luego cae en el más puro mercantilismo que no siempre dura.

El distrito de San Luis que tuvo buenos exponentes de la cultura negra, viene, al parecer, difuminando su historia, se ha olvidado del legado de un arte, lo cual es una pena, lo auténtico del arte negro debería provenir de ese distrito. Hay trabajo para investigadores serios en este punto.

Y qué le queda a un pueblo ya sin raigambre, un pueblo sin unidad, mestizo.

En San Vicente, por ejemplo, el cañetano de pura cepa es un individuo en vías de extinción, hay familias enteras que han emigrado a otros lugares. Ahora los cañetanos son otros, gente venida de otros pueblos, esos son los nuevos cañetanos. A Cañete le pasa lo mismo que a Lima, es la versión pequeña de la realidad limeña.

Con qué nos identificamos, de qué nos vanagloriamos. De casi nada en realidad. Cañete necesita con urgencia gente comprometida e inteligente, gente que no distorsione la historia ni falsifique el futuro. Necesita de personas honestas no de sensacionalistas, de alarmistas baratos que tanto daño le han hecho a la provincia. Tampoco necesita de «intelectuales» fanfarrones y vanidosos que por su visión desatinada de la realidad, y muchas veces por conveniencia propia, no aportan nada, es más, la mayoría de las veces son un lastre.

No necesitamos de políticos improvisados que lo único que quieren es lucrar, pero están allí, qué hacer con ellos, en qué estado mental los elegimos, de lo único que sabemos es que sirven para impedir el progreso, para poner trabas burocráticas etc. . El Boulevard del pisco se está convirtiendo en un símbolo del progreso precisamente- y todo ello, gracias a personas emprendedoras dignas de aplaudir-, y ahora por caprichos y antojos municipales de última hora, lo quieren convertir en «el Boulevard de los sueños rotos», como el nombre de la canción de la banda Green Day.

En uno de mis viajes, conversando con amigos cañetanos que residen en otros puntos del país, cuando la han vuelto a visitar la mayoría se ha sentido gratamente sorprendido por el despunte de esa parte de San Vicente. Y no hay foráneo que no se sienta a gusto probando los tragos que ofrece el Boulevard, un lugar como pocos en esta parte del sur de Lima, que viene forjando su propia historia.

Lo voy a decir, estoy harto de que en el aniversario de la provincia, no se exponga una sola idea, una construcción que valide a Cañete como una provincia fecunda en cultura. Yo sólo sé de desfiles de grupos de cumbia y orquestas de salsa, cosa que no está mal, el pueblo quiere divertirse seguramente. Pero en pensamiento y cultura: luce sin luces. Entonces que no nos lo vendan con un pueblo de altísimo nivel cultural y que lee, eso jamás, y es que algunas autoridades quieren vender a Cañete como «la capital de la Lectura, ¡vaya huachafería de nombre ¡ qué lee Cañete, me pregunto, desde cuándo es una provincia lectora, quisiera saber, por supuesto, qué es lo que lee. Como ven, vender a Cañete como provincia lectora es parte del juego demagógico de algunos políticos. Cañete sigue en fase de construcción, tiene graves falencias de base, construirlo es un compromiso de todos.

Cañete, no tiene un símbolo de identidad y el Boulevard del pisco se está convirtiendo precisamente en eso. Yo se lo recomiendo a todo el mundo, es un lugar decente y fue cimentándose de a poco, eso me consta. Sería tirado de los cabellos si algunas personas pretendieran que desaparezca. Hay que mejorarlo, cierto, pero de ninguna manera tendrían que cerrarlo. Estaremos a la expectativa.

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