06 mayo 2012

UNA CRÍTICA CONSTRUCTIVA A LA OCUPACIÓN ERRÁTICA DEL ÁREA DESÉRTICA DE LAS PAMPAS DE CONCÓN

¿Planeamiento territorial?
Por Frederick Cooper
A raíz de dos de los temas nacionales de actualidad que más han concitado la atención mediática reciente –Conga y el Vrae– el problema de la ausencia del Estado en los ámbitos físicos y sociales de menor desarrollo, o donde la actividad productiva busca establecerse intensamente, ha recobrado una notoriedad preocupante.
Un recorrido a lo largo de la carretera Panamericana Sur, en el departamento de Ica, demuestra como otra forma de ausencia del Estado -la imprevisión e ineficacia con que se maneja la obra pública, o se tolera la intrusión privada anárquica- viene constituyéndose en el prolegómeno de lo que con toda seguridad habrá de generar en el futuro traumáticos problemas territoriales, urbanos y sobre todo medioam-bientales, quien sabe irresolubles.
Un primer ejemplo es el de la ampliación hacia el Sur de la autopista -la carretera Panamericana- que se interrumpe absurdamente pocos kilómetros antes de llegar al entorno urbano de la ciudad de Chincha, obligando al pesado caudal vehicular que porta la vía a reducirse a dos carriles que deben surcar los varios kilómetros de longitud que surcan su estrangulado trazo primitivo. El tránsito intenso que soporta la ruta entre Chincha y Nazca (principalmente camiones articulados y buses interprovinciales), así como la topografía llana de los territorios mayormente eriazos por los que discurriría refutan el supuesto de que no es posible negociar con la empresa concesionaria adelantar la construcción del tramo hasta Ica, o aun hasta Nazca. El recargado tránsito que afecta la vía doble disponible entre Chincha e Ica no solo acarrea un serio riesgo de accidentes; afecta negativamente el flujo comercial y turístico en una región que ha visto expandir considerablemente ambos rubros los últimos años. Considerando, tanto la actual solvencia económica del Estado, como el evidente incremento de la productividad agrícola, turística, minera e industrial en la región, exigen mejorar una infraestructura vial que sirve a una actividad social creciente y productiva.
AQUÍ VIENE LO INTERESANTE
Por otro lado, el trazo de la autovía entre Cañete y Chincha ha engendrado una ocupación errática del área desértica que se extiende holgadamente hacia el Este de su trazo, asentamientos mayoritariamente constituidos por los típicos módulos de esteras que dan cuenta de invasiones recientes realizadas con fines exclusivamente mercantiles. En efecto, a lo largo de no menos de veinte kilómetros se extiende ya un manto de asentamientos ralos fantasmalmente posados sobre desnudos arenales que trasuntan los elementales trazos de las lotizaciones que perpetran instigadores diligentes. Atribuidas a los efectos especulativos suscitados por dos megaproyectos regionales –la gestación de una importante irrigación privada, y el encuentro del gasoducto proveniente de Camisea con su terminal portuario– el dilatado rosario de estos asentamientos deshabitados presagian la reedición del laissez faire urbanístico que engendró hace medio siglo el desastre urbano de Lima, ignorando la negativa trascendencia que tiene para un desarrollo ciudadano equilibrado y eficaz el tolerar la implantación de ocupaciones arbitrarias, dispersas y desarticuladas, que a medida que van transformándose en construcciones más estables y adoptan trazos definidos, le exigen al Estado habilitarlas, vale decir proveerlas de vías, redes sanitarias y eléctricas, seguridad y servicios educativos, de salud y comunicaciones, no obstante la ineficiencia que conlleva su magra densidad y su amplitud irracional.
Utilizada frecuentemente como ejemplo de una de las regiones peruanas en las que más exitosamente se viene registrando el reciente crecimiento económico peruano, Ica ciertamente requeriría por parte del Gobierno Central y de su Gobierno Regional contar con un plan de desarrollo integral debidamente armonizado y priorizado, vale decir articular sus necesidades infraestructurales con sus potencialidades industriales, turísticas y agrícolas, así como afrontar con un sentido igualmente orgánico el atrasadísimo proceso de reparación y regeneración de los daños infligidos en la región por el terremoto del 2009.

No hay comentarios.: