06 octubre 2006

¿ALCALDÍA O TIMBA…?

Muchos burgomaestres, la mayoría de ellos, casi todos en verdad, tras haber triunfado en los comicios, al momento de sentarse en el sillón municipal, muchas veces no saben por donde empezar a trabajar, son unos perfectos ineptos en lo que a gerencia municipal se refiere. La mayoría de estas autoridades ignoran, incluso, hasta donde deben llegar sus atribuciones, que es lo pueden hacer y que es lo que no deben de hacer.
Fijémonos nomás en la cantidad de juicios y querellas que enfrentan casi todos los Alcaldes de la provincia, los casos más sonados en la actualidad son los de José Arias Chumpitaz en Asia y el de Rufina Lévano Quispe en la Provincial, los cuales fueron expectorados del ejercicio edil, simplemente por excederse en sus funciones, por dos cachacadas los botaron de sus cargos, pero, ¿ Por qué ocurre esto? Cuesta entender el por qué una persona que ha peleado y se ha sacrificado, muchas veces al extremo, durante una dura campaña política, falle en algo tan elemental, como es simplemente… respetar las leyes del estado, algo risible para una autoridad, y lo más apremiante de esta situación es la mala y pésima imagen que estas personas proporcionan a la población y muy especialmente a los más jóvenes, quienes aprenden a ver y comprender la política como la forma de “Hacer lo que les da la gana”, “la ley del más vivo”, “la ley del más sinvergüenza”, eso ha imperado e impera en la Provincia de Cañete.
Actualmente, los casos más lamentables resultan los de aquellos candidatos, los cuales siendo Alcaldes en actividad postulan a la reelección teniendo cuentas pendientes con la justicia. Dos ejemplos claros lo constituyen el actual alcalde del distrito de San Luís, Ascario Hinostroza, el cual se encuentra a punto de ser sentenciado por un proceso penal y el también actual Alcalde del distrito de Imperial, Elías Alcalá Rosas, el cual afronta serios cuestionamientos sobre Nepotismo, por haber dado trabajo, a todas luces a sus dos hermanos, en la misma Municipalidad de Imperial, y jamás ha querido aclarar esta situación aparentemente ilegal y sobretodo inmoral… sólo la esperanza de que un alcalde nuevo e independiente realice una rápida auditoria en enero próximo se ha convertido en la alternativa para que finalmente en esta Municipalidad se pueda aclarar esta oscura situación.
En ambos casos el ejemplo que estas autoridades ofrecen a la población en general es infinitamente lamentable, sin conservar los valores éticos que debería mostrar un líder Cañetano.

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