UN DIA DE ABNEGACION...
Por: Hugo Sánchez
En el calendario de la humanidad, se ha establecido fechas que han reflejado hechos diversos; históricos, sociales, recordatorios y memorables que, de una u otra forma, se han dejado sentir.
Es así que dentro de esta interacción social, al igual que hace de más de un cuarto de siglo, todos los segundos domingos de mayo se celebra el DIA DE LA MADRE. Este sublime acontecimiento nos invita a meditar, una vez más, en el profundo e insigne insignificado que encierra tal relevante hecho.
En este sentido, si en el mundo hay un ser que se merezca todos los homenajes y reconocimientos, ese es indiscutiblemente LA MADRE. Ella sintetiza la vida misma, puesto que es la conductora sublime y tierna de nuestros primeros días, la compañera y consejera en nuestra madurez. Ella comparte amorosamente nuestros anhelos, nuestros sueños y nuestras esperanzas; al mismo tiempo nuestros triunfos y alegrías, como también estoicamente comparte nuestros infortunios y fracasos.
A nuestra MADRE, siempre la encontramos valerosa, bondadosa y comprensiva; siempre tendrá en sus labios la palabra adecuada y sutil para guiarnos.
Por tal motivo, es necesario, como una comprensión a sus desvelos y su samaritana paciencia; que no solo nos acordemos de nuestra abnegada MADRE solamente en un día del año, sino que hagamos de ella el motivo diario, cotidiano y permanente de nuestros seriados homenajes.
En cada acto que lleve nuestro sello y nuestra presencia debe estar impregnada nuestro desinteresado amor materno. Hagamos de ella un sagrado templo de amor y habremos cumplido, en parte, con nuestro deber de ser hijos…
Además, cuando decimos MADRE, nos referimos a ELLA en todas sus expresiones.
Nos referimos a la MADRE presente como también a la MADRECITA AUSENTE. Por todo ello, de esta sencilla pluma rendimos nuestro más justo y caluroso homenaje a todas las MADRES del mundo, particularmente en nuestra Provincia de Cañete, muy en especial a la MADRE trabajadora que, con el férreo sudor y hasta muchas veces con lágrimas de rabia, se gana el ansiado pan de cada día, aunque para ello tenga que soportar la ignominia de la injusticia. A LA MADRE CAMPESINA, que con sus frutos de su entrañas a la espalda, labra la tierra y le arranca la cosecha para el diario sustento. A LA MADRE HEROICA que batalla y luchó por la emancipación socio-económico y político de nuestro Perú, y del mundo entero, que con el holocausto de su vida hará posible el advenimiento de una sociedad nueva, justa, humana y solidaria.
En fin, a cada una de las MADRES del orbe, porque en todas ellas esta impregnada un hondo y abismal sentimiento de nobleza; particularmente a las MADRES AUSENTES que convertidas en estrellas del cielo, siempre nos estarán iluminando y guiando por el camino, aunque tortuoso, de una vida digna y venturosa.
Así como consagrarnos; en este mes de las flores, nuestro mas cariñoso homenaje al ser que nos dio la vida, asimismo pedimos y exigimos que ya no se le tome como símbolo de comercialización, explotación, ni de diversión sexual. Ya es hora que la MUJER- MADRE sea reivindicada integralmente, pues no es justo que la MADRE y sus retoños sigan pasando hambre, miseria y dolor.
Y, al termino de esta dedicatoria en este sublime y trascendental DIA DE LA MADRE, debemos reafirmar nuestras promesas y convicción de hacer lo imposible para que nuestra MADRE alcance el sitial digno y majestuoso que le corresponde, aunque para esto tengamos que sacrificar, unos pocos, su egoísmo y avaricia; otros, la inmensa mayoría, nuestra promesa y nuestra vida…
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