AL DIA CON MATICES

DEFENSA HEROICA DE POLICIA...
Escribe: Ing. Armando Samaniego Orellana

La comisaría del distrito de Ocobamba en la provincia de Chincheros, región Apurímac, fue atacada durante dos horas por un grupo de presuntos narcoterroristas la madrugada del 1 de noviembre y los cuatro efectivos de la comisaria realizaron una defensa heroica de ese lugar, librando una tenaz lucha contra los sediciosos.
"El personal se defendió heroicamente, pero lamentablemente falleció el teniente (Héctor Zegarra Bernaola). Ellos (los narcoterroristas) "Al inicio no hicieron ninguna alusión a nada, pero sí nos llamaron nombre por nombre a cada uno de nosotros, desde el teniente hasta el último efectivo", reveló uno de los policías atacados, tras relatar que fueron rodeados por todos los frentes y que la diferencia numérica era abismal, eran entre 70 y 80 personas fuertemente armadas. Solo había cuatro policías en la delegación. Las comisarías de la zona se encuentran preparadas, pero existen limitaciones para superar a narcotraficantes que cuentan con el apoyo de terroristas, sostuvo que si bien se había reforzado la referida comisaría, no se pudo controlar el ataque, pues los facinerosos tenían armamento de largo alcance e instalazas que destrozaron el local.
El Ministro del Interior, Luis Alva Castro, y el Director General de la Policía, David Rodríguez, ambos atribuyeron la acción a una represalia por el decomiso de 82 kilos de pasta básica de cocaína que recientemente había hecho la Policía de esa jurisdicción. No sería la primera vez que rezagos de Sendero Luminoso actúen por encargo del narcotráfico. Producto del ataque a la comisaría de Ocobamba murió el teniente PNP Héctor Zegarra Bernaola y resultaron heridos los suboficiales PNP Ramiro Villagaray Arévalo y Rigoberto Cruz Hidalgo, así como el suboficial de tercera PNP Rubén Nina Robles.
El comandante PNP Edwin Pereira, manifestó que los policías repelieron heroicamente el ataque, el mismo que tendría como objetivo amedrentar a la población y a las fuerzas del orden por los golpes que le están propinando al narcotráfico. Por su parte, David Salazar, presidente de la región Apurímac, expresó que es necesario reforzar la presencia policial en su jurisdicción porque se trata de una zona de tránsito del narcotráfico, y lamentó que no se haya tomado previsiones en el puesto de Ocobamba, considerando la incursión anterior en la zona de Huaccana. Por último, el Comando de la PNP reafirmó su firme decisión de combatir a aquellos grupos que atentan contra el Estado de Derecho, el ordenamiento legal y la paz social.
Exhorta a la ciudadanía a apoyar las acciones que realiza la Policía Nacional para garantizar el orden interno, que es el fundamento del desarrollo que anhela el pueblo peruano.
Estos hechos nos exigen analizar que las consecuencias de la drogadicción son numerosas e inciden tanto en el plano individual como en el familiar y social.
La drogadicción acarrea al individuo graves daños físicos y psíquicos.
El drogadicto pierde lo mejor de sí mismo: el autocontrol y la fuerza de voluntad. Pierde el estímulo por los logros personales y profesionales. Se aísla, desprecia los vínculos familiares y amistosos y se encierra en círculos por lo general marginales, donde le resulta fácil conseguir la droga.
La familia de un adicto casi siempre se ve desbordada en un intento de hacer frente al problema ya que se producen conductas delictivas. En el ámbito social, las consecuencias más graves del consumo de drogas probablemente sean la marginación y la delincuencia.
Ningún individuo, familia o comunidad está a salvo donde las drogas ilícitas han tomado el control. El cultivo de drogas y los carteles pueden controlar a los campesinos, y el tráfico ilícito y el crimen pueden controlar comunidades. En conclusión podemos advertir el porqué cada día se incrementa el tráfico de drogas en nuestro país. Fundamentalmente ligado a la crítica situación económica, al alto índice de desempleo, a los subempleos y a los bajos sueldos. Este tipo de males sociales se deben combatir con el incremento de valores morales y espirituales, una mejor educación, oportunidades de progresar económicamente y una mejor calidad de vida.
Ante esta clase de circunstancias se comprende el papel fundamental que juega la familia en la formación de individuos con altos valores morales. La muerte heroica del teniente PNP obliga a tomar conciencia de una cultura de prevención frente al narcotráfico y a la delincuencia males que socavan la tranquilidad y bienestar social de nuestros pueblos.