24 abril 2008

QUIEN DESTRUIRA LA TIERRA...
Escribe: Crisanto Laura Cueva - Ecologista

Somos testigos de los alarmantes pronósticos, designios y revelacio-nes, así como los análisis científicos efectuados por una serie de enten-didos de que nuestro planeta Tierra -único hogar hasta hoy conocido por el hombre-, va ser destruido, va colapsar y que llegará una extinción de toda especie de vida.
Hoy mismo pasamos por una severa escasez de alimentos a nivel mundial, al destinar mas tierras para producir biocombustibles como el biodiesel y etanol que los millones de vehículos desean tragar para llenar de gases tóxicos (metano, azufre, dióxido de carbono y otros tóxicos) a la atmósfera que lógica-mente está causando el calenta-miento de la tierra a pasos acele-rados. Este calentamiento global ya está produciendo cambios climá-ticos en la tierra como sequías por un lado, heladas, inundaciones, muerte de especies, enfermedades raras, etc., etc.
La realidad, es que el futuro del Planeta es incierto y terrible a la vez. La seguridad alimentaria, la seguridad hídrica y la seguridad energética están fuertemente amenazadas y el hombre va a tener que escoger entre tener alimentos o no destruir el ambiente. ¿Alimentos o biocombustibles?. Lógicamente muchos ecologistas y hombres de una conciencia trascendental elegiremos los alimentos. Pero los humanos adinerados elegirán más combustible para sus vehículos. Entonces podría estallar conflictos en todas partes.
Es alarmante que seamos testigos incapaces e indolentes sobre la pérdida acelerada de tierras de cultivo en nuestros Verdes Valles. Es preocupante el crecimiento de las ciudades sin planificación. Todos los días no sabemos que hacer con los residuos sólidos que generan las ciudades. Las aguas se contaminan con el visto bueno de las autoridades. En los campos de cultivo cada vez se fumigan con más plaguicidas recontratóxicos que alegremente consumimos en los mercados.
Al parecer las horas de vida sobre el planeta tierra están, definitivamente contadas y todo por este insensible capitalismo suicida representada por las empresas que solo ven su propia proyección económica y no comprenden que el planeta está siendo sobreexplotado.
Por lo visto y por los diversos análisis que se han hecho, la tierra no va a ser destruido por Dios ni por otros elementos extraños del universo. El hombre es el culpable agente devastador de su hábitat. El hombre es comparado con un tejido canceroso: Mientras avanza y crece, más destruye el medio que lo nutre y, finalmente como las células cancerígenas prevalecerá, pero morirá junto con el cuerpo que lo alberga.
Tomemos conciencia profunda y trascendental hacia nuestras nuevas generaciones que creo que van a ser los que tendrán que detener esta amenaza apocalíptica.

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