SAN VICENTE ES UN CAOS... Y NADIE HACE NADA POR REMEDIARLO...
Escribe: Lic. César Calagua Gutiérrez
De un tiempo a esta parte, nuestra ciudad capital es un caos tremendo, que deja mucho que desear a propios y extraños que con frecuencia nos visitan cada fin de semana por una u otra razon, y que lamentablemente es motivo de muchos comentarios negativos.
San Vicente, la otrora ciudad acogedora, limpia, tranquila de personas amigas siempre dispuesta a brindar la mano al turista, pareciera que ha estado y se encuentra aún en guerra, por la forma como están sus calles y avenidas llenas de huecos, desmontes, materiales de construcción, autos estacionados por cualquier lado, ambulantes ubicados a diestra y siniestra de las calles, comerciantes que usurpan las veredas con sus muebles, artefactos y otros impidiendo el paso seguros de los transeúntes.
Nuestra ciudad no es la de antes, ahora no se puede invitar a las personas de fuera para que visiten nuestra provincia, da pena, da vergüenza ver como nos encontramos. Vivimos en un ambiente nada grato y mucho menos acogedor, el polvo que se esparce por la ciudad trae consigo enfermedades en los niños y ancianos y para colmo no hay agua suficiente, por lo que todos los moradores se han visto en la imperiosa necesidad de instalar tanques altos en sus domicilios para estar abastecidos del líquido elemento, esto sin contar que hay zonas y distritos donde tienen agua solamente por horas.
A esto hay que agregarle como condimento especial el caos vehicular que crea zozobra en la población, la que debe trasladarse en unidades que dan pena, con conductores y cobradores faltos de educación, que paran donde quieren, que no recogen a los escolares, que hacen carreras entre ellos por llegar primero o por quitarle un pasajero al compañero. Nos estamos refiriendo a las benditas combis, a las que tenemos que agregarles el gran problema de las mototaxis que fluyen por doquier como agua de un manantial, pero no de agua limpia, sino de agua turbia con muchos menores de edad conduciendo estas unidades, con piratas que no tienen empresa que los respalde, con gente de mal vivir que utilizan estas unidades para robar y cometer sus fechorías a vista y paciencia de nuestras autoridades.
En fin la ciudad es un caos y para muestra un botón (EL OVALO GRAU), que se convierte en un cuello de botella durante el día, pero especialmente en horas de la noche porque autos, combis, motos, ambulantes y otros hacen de las suyas en este sector, además que no hay luz (es una zona propicia para los amigos de mal vivir que pululan permanentemente), la policía brilla por su ausencia; pareciera que los ubican en las cercanías para conversar con los amigos o ambulantes, cuando no están hablando muy amenamente por teléfono sin ver a su alrededor lo que pasa, lo mismos que los inspectores de transito del municipio, muchos de ellos no saben ni donde están parados y pareciera que el silbato se los han dado para que los tengan como adorno, a ambos.
Es momento que nuestra autoridad municipal se ponga a trabajar y deje de lado la figuración, que quite todos esos letreros con su nombre, que crean desorden y entorpecer el ornato, porque quien no sabe que el alcalde San Vicente es el señor que antes estuvo en Lunahuaná y que no se preocupa por nuestra ciudad, sino por otras cosas, algunas o muchas de ellas superfluas.
Se acercan las fiestas de Semana Santa y nuestra ciudad continuara, por estos días, con los mismos huecos, los mismos ambulantes, la misma tierra, el mismo caos vehicular, en fin nadie se quedará en San Vicente, sino que seguirán su camino a otra ciudad conocida, por lo que nosotros seguiremos en las mismas, esperando la bondad de nuestras autoridades o algún milagro para reordenar el ornato de nuestro alicaído San Vicente.
Es urgente que nuestras autoridades se reúnan, que concerten, que piensen más allá de sus ... y se pongan a trabajar por nuestra ciudad. Necesitamos orden, más seguridad, tranquilidad, la ciudad limpia de carteles y avisos municipales, la gente quiere ver un mercado ordenado y limpio, unas calles done se pueda caminar y las amas de casa no estén renegando porque a cada momento del día tienen que estar regando y limpiando permanentemente sus viviendas. Todas las construcciones deben contar con su licencia respectiva, las tiendas, bares y cantinas deben contar con su licencia de funcionamiento y si no pues hay que cerrar esos establecimientos, que cada día proliferan más, con o sin autorización de la autoridad edil.
Se necesita un trabajo coordinado para lograr recuperar nuestra ciudad y esperamos que esto se haga ya, antes de las fiestas, para que nuestra feligresía acompañe sus procesiones, si es que las hay, porque hasta donde sabemos, al menos en San Vicente no las tendremos por la situación de nuestras calles. Esperamos
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