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HACIA UN ESTADO LAICO: APROBACION DE LA LEY DE LIBERTAD RELIGIOSA...
Por: Jorge Luis Paucar Albino

Debido a la diversidad de nuestro país y a las diferentes religiones que se practican actualmente en el Perú, el pasado jueves 02 de diciembre, el Congreso de la República del Perú decidió aprobar la Ley de Libertad Religiosa, mediante la cual se pretende el igual reconocimiento a todas las religiones y creencias presentes en nuestra sociedad. Esto implica que todas las religiones gozarán de los mismos beneficios y cumplirán las mismas obligaciones. Al respecto: ¿Alguna vez no se ha puesto a pensar por qué todos los peruanos desde niños recibimos una educación basada en una sola religión? ¿Por qué no nos enseñan el tipo de creencias de otras religiones para que, de esa manera, tengamos una visión más plural de la sociedad en la que vivimos?
Ante ello, hay que tomar en cuenta que los peruanos vivimos en una sociedad en la cual cada uno de los individuos tiene creencias y costumbres particulares. A pesar de ello, hasta el momento, no se había tomado en cuenta los diferentes pensamientos y creencias que coexisten en nuestro país. Sin embargo, esta situación está a punto de revertirse gracias a la aprobación de la Ley de Libertad Religiosa, mediante la cual se podrá valorar de igual manera a todos los tipos de religiones sin darle preferencia a ninguna y pudiendo apreciar, de esta manera, la diversidad de nuestro país.
Ante todo, debemos tomar en cuenta que el Derecho a la Libertad Religiosa, como parte de los Derechos Humanos, se encuentra dentro de los Derechos de Primera Generación, los cuales se basan en la dignidad humana, en la libertad y en la igualdad entre todas las personas. La libertad religiosa implica que todas las personas podrán elegir su propio sistema de creencias y no se les deberá imponer alguna religión en particular. ¿Y si la persona no puede elegir su propia religión? Pues, lamentablemente, esto ha sucedido en nuestro país con la educación religiosa brindada a los niños en los colegios. Los estudiantes van a la escuela y se les dicta el curso de Religión basado en las creencias cristiano-católicas. De acuerdo con el escritor, filósofo y periodista Fernando Savater, el ser libre implica la posibilidad de poder elegir entre una u otra opción. Es decir, se debería dejar a la elección del alumno el llevar o no el curso de Religión. Si se quiere un país democrático donde las personas gocen de todos sus derechos como el de la libertad de conciencia, es necesario, entonces, que se deje a la elección de cada persona el pertenecer o no a determinada religión.
Por otro lado, si bien todas las personas somos diferentes en cuanto a sexo, raza, cultura, religión y pensamiento, somos iguales en deberes y derechos. Por ello, se deberían haber dado las mismas oportunidades a todos los sistemas de creencias presentes en nuestro país. Es decir, tanto las religiones católicas y las no católicas deberían haber gozado de los mismos beneficios y haber cumplido las mismas obligaciones para con el Estado. Ante ello, cabe mencionar que no es aceptable en ningún caso la imposición de religiones en una sociedad multicultural como la nuestra. Al respecto, el sacerdote Gastón Garatea, en declaraciones a RPP, afirmó que «aquella persona que no quiera pertenecer a la Iglesia Católica está en la libertad de pertenecer a otra o a ninguna». Además, Garatea consideró que el hecho de impartir el curso de religión en los colegios de manera obligatoria es un tipo de imposición, por lo cual dicha situación debe ser cambiada para mantener el debido respeto hacia las personas, las diferencias culturales y la tolerancia.
En conclusión, considero oportuna y necesaria la aprobación, por parte del Congreso, de la Ley de Libertad Religiosa, ya que se deben respetar los derechos humanos como el de dejar a la libre elección de la persona su tipo de creencias. Además, no hay ningún derecho de imponerle a una persona, que no comparte determinadas creencias, a recibir una educación religiosa de un credo del cual no es participe o que no es compatible con su modo de pensar. Con todo ello, y considerando que el Perú es un país multicultural era inconcebible que se siga imponiendo el curso de Religión en los Centros Educativos. Esto no tendría nada de malo a no ser por el hecho de que la religión que se imparte, hasta el momento, es única y exclusivamente la religión católica. Se dejaba de lado los otros pensamientos y creencias, como si en el mundo no hubiera otra religión que no fuera la católica, como si se tratará de un país en donde todos somos idénticos. Es cierto que todos somos iguales, pero lo somos en deberes y derechos, no somos como productos de fábrica que salimos en serie, todos por un mismo molde.
Por el contrario, los individuos tenemos diferencias. Y esas diferencias nos enriquecen como personas y nos hacen tener una visión más humana, pluricultural y globalizada de nuestra sociedad. Con el tipo de educación que se ha estado impartiendo durante muchos años, se educaban a los niños y se creaban ciudadanos que no tenían conocimiento acerca del «otro», acerca de esa persona que vive y piensa diferente a nosotros, la valoración hacia la otra persona, hacia el diferente era muchas veces de tipo peyorativo. Ahora, no se trata de buscar la verdad absoluta, sino de valorar todos y cada uno de los tipos de pensamientos y credos, y tomar de cada uno lo bueno para crear un pensamiento que sea común y aplicable para todos. En este sentido, nuestro comportamiento debería estar regido antes que nada por nuestra propia razón y por el respeto hacia los demás. Como diría el filósofo alemán Immanuel Kant: «el hombre debe atreverse a pensar por sí mismo». Si el hombre dejara de lado por un momento las religiones y se pusiera a pensar por sí mismo, aprendería a valorar la diversidad cultural de nuestro mundo y se daría cuenta que, al fin y al cabo, lo más importante es el respeto hacia los demás y hacia uno mismo.
Finalmente, sería muy buena idea reemplazar el curso de «Religión» por otro que bien podría ser llamado «Historia de las Religiones y de las Culturas». Mediante este curso, los niños y adolescentes en los colegios tendrán una visión más real y sincera de la sociedad. Con ello, aprenderán a respetar a las personas de diferentes creencias y pensamientos dejando de lado el etnocentrismo, mediante el cual se cree que la cultura a la que uno pertenece es la correcta y la verdadera para todos. Con el cambio del curso de Religión por uno que trate a todas las religiones, basada en la historia y en la moral de cada una de ellas, se estará promoviendo la tolerancia y el respeto hacia los demás.