¿Qué es el fenómeno EL NIÑO? ¿Qué consecuencias trae? ¿Cómo se le puede enfrentar? ¿Qué huellas dejaron en nuestra provincia? Son estas algunas de las interrogantes que permanecen latentes en las poblaciones cañetanas víctimas sobre todo de este acontecimiento climático de ocurrencia previsible. Hoy la conclusión es clara y fatal para los damnificados de aquella época: nuestras autoridades conformantes de Defensa Civil Provincial no saben nada, no tienen idea de lo que es el fenómeno el niño, no cuentan con un plan de prevención o mitigación, no conocen sobre gestión de riesgo de desastres, y al parecer no están conectados con el INDECI, a pesar que han recibido varias capacitaciones, exhortaciones y recomendaciones.
Resumidamente el fenómeno EL NIÑO, es una alteración climática en la que se alteran los patrones de los vientos y la lluvia en el mundo. Es el surgimiento de una gran masa de aguas cálidas que surgen del fondo marino al oeste del Océano Pacifico (cerca a Australia). Estas masas de agua del tamaño del país de Rusia se trasladan hacia el este del pacifico central a lo largo del Ecuador. Los efectos de este calentamiento de las aguas marinas, repercuten en casi todo el planeta.
Fuertes y torrenciales lluvias, sequias en otras áreas, altas temperaturas, aumento de plagas, perdidas de cultivos agrícolas, pérdidas de vidas, viviendas etc., etc., son las consecuencias devastadoras de esta tragedia.
Ante el anuncio sobre el retorno de este fenómeno al Perú para el 2013, inmediatamente los gobiernos regionales del norte del país, se han reunido de emergencia para planificar obras de prevención en los ríos. Es cierto que allí los efectos son más desastrosos, pero en CAÑETE nuestras autoridades que conforman el Sistema de Defensa Civil no están en nada.
Alguna vez lo dijo un alto jefe de la INDECI que independientemente de la llegada del fenómeno el niño todas las autoridades deberían estar bien organizadas en acciones de prevención o mitigación. Aquí la vieja costumbre es ejecutar la prevención cuando el peligro ya ha ocurrido.
Muchas veces lo hacen a propósito para según los mismos obtener grandes ganancias al manejar recursos libremente y sin control. ¡LLEGO LA EMERGENCIA! Es la alegría para los corruptos que allí abundan
FALTAN 220 DÍAS para la llegada de las primeras aguas de avenida, y, dudo que otra vez ni Javier Alvarado (responsables de la gestión) ni la Alcaldesa Provincial María Montoya vayan a ejecutar obras de prevención en las zonas críticas del rió Cañete.
Hoy el peligro está allí al no repararse los diques de enrocado. Por eso peligran los ductos del gas de camisea, las miles de has.de cultivo y muchos poblados ribereños mas.
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