PUEBLOS MAS AFECTADOS POR EL TERREMOTO... EN HUALCARA, SAN LUIS, SAN BENITO, LA QUEBRADA...
En Hualcará Pocas Son Las Viviendas Que Han Quedado De Pie...
Una tragedia que nos dejó con la sensación de que los que seguimos en pie, habíamos vuelto a vivir… parecía que era el día final, que nos tocaba vivir a todos… Ni el terremoto del 70, ni el del 74 que logramos vivir, fueron tan fuertes como el que hemos sentido esta vez.
Luego del terremoto, la solidaridad se sintió en el pueblo cañetano… todos de una u otra forma, abrazados, llorando empezamos esta tarea de reconstruir lo que la naturaleza destruyó.
Sin luz, sin agua, sin medios para comunicarnos… como que no sabíamos qué hacer… nuestras autoridades demoraron en reaccionar… y es que para muchos primero fueron sus familias… con justa razón, pero debían de entender que las acciones inmediatas debían de ser a favor de la comunidad.
Cerca de las 11 de la noche logramos divisar a algunas autoridades, mientras la población buscaba que refugiarse de alguna forma de las réplicas que el terremoto traía consigo…
Las viviendas ya no eran seguras… la seguridad la encontramos en las calles, en las plazas de armas, en los estadios…
Las viviendas destruidas, las paredes rajadas, los techos que estaban de mirar y no tocar… eran el común denominador de lo que vivió la población cañetana…
Si esto era lo que se observaba en Imperial, San Vicente, San Luis, Cerro Azul… la verdad que el drama que les tocó vivir a muchos cañetanos en centros poblados como Hualcará, San Benito, La Quebrada, Montejato, San Isidro, Rinconada y Pueblo Nuevo de Conta, fue desolador…
El rostro que si bien es cierto había tragedia, pero que seguíamos de pie lo podíamos ver en muchos lugares, pero en los lugares mencionados… la gente sentía que lo había perdido todo.
Fueron muy pocas las viviendas que en Hualcará quedaron de pie… De las cercas de 300 viviendas que allí existían, ya casi nada quedaba… toda su gente había salido hacia su parquecito y al estadio Lolo Fernández, que recibía a su gente para brindarle su manto protector.
En San Benito y La Quebrada, los escenarios deportivos fueron el lugar más seguro para empezar a pensar como recomponer las heridas de este terremoto.
En San Luis, Imperial, y Pacarán sus iglesias fueron muy dañadas… especialmente la de San Luis… también muchas capillas de los anexos…
Si bien es cierto muchas casas de adobe fueron las más dañadas… algunas casas de material noble, también lucieron muy dañadas… como en San Vicente, en la sede del Banco de Trabajo… o como en algunas viviendas de pronta construcción, que hablaba mal de su construcción.
Cerro Azul, vivió horas de angustia, luego del terremoto… la posibilidad de un Tsunami llevó a sus habitantes a buscar refugio en lugares muy alejados del litoral… Lo mismo sucedía en los lugares como Santa Bárbara, Agua Dulce, Pampa Castilla… entre otros…
Cañete, ha sido muy dañado… sin embargo somos un pueblo que sabemos caminar hacia delante… ahora viene la tarea de la reconstrucción… pero esa es una tarea para la que pedimos el apoyo de todos…
Estamos velando a nuestros muertos, que no han sido muchos… gracias a Dios, por la hora en que fue este desastre natural… Si hubiese sido en horas de la noche, estamos seguros que a las perdidas materiales, hubiera sido muy grande las perdidas en vidas humanas… Por ello, hay que agradecerle al señor… que dentro de la tragedia nos permita seguir con vida…
Las viviendas destruidas, las cosas materiales que hayamos podido perder… con trabajo y con el ánimo inquebrantable que nos caracteriza lo lograremos volver a tener… la vida, esa sí que no la podríamos recuperar.
Vamos cañetanos… a trabajar, para reconstruir nuestra ciudad.
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