03 octubre 2007

PUNTO DE VISTA
De: Javier Alvarado Gonzales del Valle

"PEDID Y SE OS DARÁ"
Y el pueblo de la Provincia de Cañete pidió y Dios respondió. Hoy celebramos la respuesta de Dios de hace 50 años.
Excelentísimo Monseñor Ricardo García García Obispo Prelado de Cañete, Yauyos y Huarochirí.
Reverendos Padres, que nos visitan desde la querida madre Patria.
Reverendos padres que integran el clero diocesano de nuestra prelatura. Autoridades presentes, hoy con mucha alegría tenemos esta Sesión Solemne en esta Sede Municipal para celebrar el Quincuagésimo Aniversario de la toma de posesión de la Prelatura de Yauyos y Huarochirí por parte del Opus Dei, un 02 de octubre de 1957 y la creación de la Prelatura de Yauyos y Huarochirí por parte de la Santa Sede un 12 de abril del mismo año, posteriormente se unirá a esta prelatura la ciudad de Cañete, todas ellas pertenecientes antiguamente al Arzobispado de Lima.
Hoy todo el Pueblo Cañetano y de las alturas elevamos nuestra más ferviente acción de Gracias a Dios Padre Todopoderoso y a Santa María, nuestra Madre del Amor Hermoso por 50 años de abundante bendición que todos hemos recibido desde la creación de nuestra querida Prelatura.
Como Alcalde de esta provincia deseo expresar a nombre de todo nuestro pueblo mas que una felicitación, nuestro mas profundo agradecimiento por todo el bien que hemos recibido desde la creación de la Prelatura y aún mas desde que fue encomendada especialmente al cuidado del Opus Dei bajo la guía de quien es hoy nuestro Padre San José María Escrivá de Balaguer.
Tenemos que recordar como la Provincia de Cañete desde aquel entonces ha ido creciendo y como la Iglesia ha acompañado en todo momento este crecimiento con su celo pastoral y solicitud especialmente por los que menos tienen. Allí donde se extendían numerosas familias asentándose como pueblos y caseríos jóvenes quizás sin luz y sin agua pero no podía faltar una capilla que el pueblo mismo construía para dar culto a Dios... esto era expresión de que la fe estaba profundamente arraigada en nuestro pueblo y siempre evidente la preocupación de que en esos lugares no faltase la Santa Misa y la catequesis adecuada para la recepción de los sacramentos, preocupación que desde siempre veíamos en nuestros Obispos y Sacerdotes que han dado su vida en el cuidado pastoral de nuestros pueblos.
¡Cuánto bien hicieron a nuestra gente! ¡Cuánto han ayudado los primeros sacerdotes españoles que vinieron a estas tierras y entregaron sus vidas al servicio de la iglesia en toda nuestra quebrada (yo mismo recuerdo de muy pequeño cuando veía pasar al P. Julián Herranz dirigirse a la sierra con su moto cargada de catecismos, y se detenía un momento para saludar a mi padre en mi casa en Lunahuaná, tomar un café y seguir rumbo a las alturas donde la gente lo esperaba con hambre de Dios, gratos y ejemplares recuerdos para mí... como no recordar hoy a tantos sacerdotes y obispos que dieron parte de sus vidas por esta parte de la Iglesia en Cañete, Yauyos y Huarochirí; A Monseñor IGNACIO MARÍA ORBEGOZO Y GOICOCHEA quien fue el primer Obispo en hacerse cargo de la prelatura y junto con él a los cinco primeros sacerdotes que llegaron en barco a apoyar el trabajo pastoral que la iglesia les encomendaba me refiero al: P. Frutos Berzal, sacerdote de gratísimos recuerdos, P. Enrique Pélach y Feliu quien posteriormente sería nombrado obispo y ya hace pocos meses fue llamado al cielo al encuentro del Señor... al P. Jesús María Sada, al P. José Pedro Gressa y al P. Alfonso Fernández Galiana.
Tenemos el privilegio de tenerlos aquí en esta sede municipal y al representante de Monseñor Pélach.
A todos ellos mis más ferviente homenaje y sincero reconocimiento a nombre de toda la provincia de Cañete.
Nuestro más profundo agradecimiento y reconocimiento público a quienes han sido nuestros padres y pastores espirituales y que aceptaron la sede episcopal de nuestra prelatura, me refiero a: Monseñor. LUIS SANCHEZ MORENO LIRA, Monseñor JUAN ANTONIO UGARTE y Monseñor RICARDO GARCÍA Y GARCÍA
Todos ellos muy queridos para quienes pido un fuerte aplauso. Gracias por su entrega, su ejemplo y dedicación en bien de nuestro pueblo.
Sería muy largo enumerar a todos los sacerdotes que posteriormente fueron viniendo de España a trabajar por estas tierras jóvenes, pero permítame Monseñor recordar el día de hoy a un Sacerdote Español que llegó, vivió y murió en mi tierra, en Lunahuaná y que nunca Lunahuaná olvidará, me refiero al muy querido P. FELIX MORAL MOLINERO, mi padrino de Primera comunión, este sacerdote santo a quien el Señor lo llamó cumpliendo fielmente su misión y al dar la ultima campanada para la Santa Misa voló al cielo. A El mi homenaje y mi admiración desde este sillón municipal.
Me vienen a la memoria tan gratísimos recuerdos de cómo nos preparaban para la primera comunión, las clases de religión, las visitas a las casas y cuando jugábamos partido con los primeros seminaristas, entonces yo era muy niño. Todo esto no nos hace ver sino la cercanía de los sacerdotes del Opus Dei con todo nuestro pueblo.
Como no recordar los comienzos de nuestro seminario menor y el seminario mayor de San José y con cuanta ilusión recibíamos las primeras ordenaciones sacerdotales, vocaciones que salían de nuestra propia gente y eran una respuesta a la oración y el testimonio de nuestro clero. Recordamos entre las primeras vocaciones al: P. José María Ortega, al P. Luis Ubillús, al P. Víctor Huapaya y al P. Ángel Ortega.
EL PUEBLO PIDIÓ Y DIOS RESPONDIÓ y Dios jamás se equivoca. Esta floreciente Prelatura va creciendo más y más y los frutos están allí a la vista de todo el mundo y nadie puede negar que esto es una OBRA DE DIOS.
Esta Sesión está cargada de mucha emoción y de un profundo agradecimiento a nombre de toda nuestra provincia y del mío propio.
Todos en esta Prelatura les estamos muy agradecidos: a cuantos sus manos han bendecido, han bautizado, han confirmado, han perdonado, han casado, han ordenado sacerdotes y a cuantos enfermos han ayudado y a muchos de los nuestros han ayudado a llegar al cielo. Nuestro Padre San José María Escrivá se que estará muy feliz desde el cielo.
No me queda mas que decir GRACIAS, MUCHAS GRACIAS por tanto amor y dedicación para toda nuestra Prelatura, que Dios los bendiga ahora y siempre, les pido a todos a ponerse de pie y brindarles un fuerte aplauso por estos valerosos soldados de Cristo y amigos nuestros. MUCHAS GRACIAS.
(Discurso del Alcalde Provincial en la ceremonia de reconocimiento a la labor pastoral en las Bodas de Oro de la Prelatura Yauyos, Cañete y Huarochirí.)

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