06 febrero 2008

Las Empresas Por Capricho Propio Cobran Hasta El 400% Sobre El Precio Normal…
EN TRANSPORTES DE PASAJEROS, LEY DE LA OFERTA Y DEMANDA DEBE SER MODIFICADA POR EL CONGRESO…

Escribe: Cleto Aguado Gutiérrez

En todo el país, los dueños de la empresa de transportes interprovincial de pasajeros en estos últimos tiempos en todo el territorio nacional, se han convertido en el azote contra la economía del sufrido público usuario, y al impulso de sus instintos de avaricia y fácil lucro desmedido e impune, cobran a su antojo el sobreprecio de pasajes basado en la ambigua y dadivosa ley del pasado, Ley de la Oferta y la Demanda, que le faculta a la empresa a imponer libremente la tarifa de pasajes que quiera. Por este atentado económico, dicha ley, de manera inmediata y con la celeridad del caso, debe ser derogada o modificada a fin de frenar el humillante abuso diario contra millares de pasajeros que se movilizan en todas las rutas del país.

CAÑETE SOPORTA INDIGNANTE ACTITUD DE SOYUZ…
En el renglón de excesos de arbitrariedades referente al transporte de pasajeros se encuentra la empresa SOYUZ (entre Cañete – Lima), de propiedad de un potentado e influyente aprista ex-congresista iqueño, que no contento con la hospitalidad comercial que le ha dado Cañete para la instalación de su grifo y oficinas en pleno corazón de la ciudad, en vez de mostrar su gratitud ha emprendido a esquilmar despiadadamente los exiguos recursos de los pasajeros cañetanos cobrándoles hasta S/. 25.00 lo que normalmente otras empresas fijan entre 5 a 6 nuevos soles por el recorrido de 144 kilómetros. Además como si esto fuero poco, dicha empresa con intenciones de acaparamiento desplaza a sus trabajadores a vender boletos en la vía pública, a inmediaciones de su oficina – agencia. Cuando algunos usuarios reclaman lo justo, sus amaestrados lacayos, les responden… “quejate donde quieras”.
Otra de las modalidades de explotación implantada por SOYUZ es que, cuando un cañetano retorna de Lima, no prevalece el precio real, sino muchas veces se impone el sobreprecio de 8 a 10 nuevos soles que es el costo del pasaje directo hasta Chincha distante a 200 km. desde Lima. Todos estos abusos comete SOYUZ, amparados legalmente en la famosa Ley de la Oferta y la Demanda.

ALCALDES CAÑETANOS DEBEN SUGERIR ANTE EL CONGRESO…
Ante este permanente atropello que se acentúa mucho más en épocas de festividades, así como en los días de feriado largos o en momentos de emergencia como lo ocurrido por el terremoto del 15 de Agosto pasado, la población cañetana podría expresar su rechazo, descontento y protesta; pero no le afectará en nada a un moderno dinosaurio humano, pues las medidas que podamos tomar solamente en nuestra condición de ciudadanos, no será otra cosa semejante que, la reacción de una paloma frente a la voracidad de un buitre gigante, por eso sus servidumbres posiblemente iqueños, desde ahora, desafiantemente vociferan la humillante frase “quejate donde quieras”. Por eso, ante esta tropelía flagrante de los derechos de un pueblo, es urgente que los alcaldes cañetanos en representación de nuestra provincia, eleven ante el Congreso de la República un documento de sugerencia para que este abuso sin límite alguno, sea analizado debidamente y se ponga coto, por lo menos aprobando que el derecho a la oferta y demanda en la prestación de servicios públicos no sobrepase el doble del precio real.

TODAVIA NO HAY CONGRESISTAS QUE TENGAN ALGO DE ETICA…
Desde el 20 de Setiembre de 1822 en que se instaló el Primer Congreso de la República y en este aspecto ligeramente nos remontamos a la historia hasta la actualidad, podemos precisar que en los 186 años transcurridos ha habido parlamentarios o congresistas (diputados y senadores), de toda profesión incluyendo sacerdotes, de gran preparación cultural y política, pero todos con profundo sentido patriótico, que entendían y practicaban el sentido de los vocablos “honestidad y ética”, aunque paulatinamente la función parlamentaria venía deteriorándose. Pero, la mayor corrupción en el interior del Congreso de la República se consumó a partir del gobierno del ex Presidente Alberto Fujimori Fujimori en que se inició la compra – venta de conciencias de muchos parlamentarios; y ahora en el gobierno de Alan García, se viene practicando el dicho popular “OTORONGO NO COME OTORONGO”, es decir en el recinto del CONGRESO toda ilegalidad se encubre, otros piden perdón al país, y algunos sólo dicen “me equivoque”; en otras palabras, los congresistas corruptos de ahora no se acusan unos a los otros porque son de la misma calaña. Es por eso, que hasta ahora no han aprobado el DESAFUERO de los indignos congresistas corruptos Elsa Canchaya, Tula Benites y Ricardo Pando lo que en Chile o Ecuador, hace ratos los hubieran enviado a sus casas. Sin embargo, todavía hay algunos congresistas responsables que muy bien podrían acoger la petición de las autoridades cañetanas en caso de concretarse esta modesta sugerencia por un derecho justo de cañetanos.

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