06 mayo 2008

OCHO HORAS REIVINDICATIVAS...
Escribe: Rómulo Pardo Ortega - Periodista
Director del Programa Radial "La Hora de la Verdad"

NOTA: Aunque han pasado algunos días, de la celebración del Día del Trabajo, vaya esta nota para todos los trabajadores de mi patria.

"El empresario sin el trabajador no es nada, el trabajador sin el empresario es mucho".
El hombre siempre tuvo la constante preocupación de mantener sus ideales en una sociedad donde desgraciamente la igualdad de condiciones y el respeto por la persona con menor condición socioeconómica no existía.
Así se origina el Día del Trabajador, una lucha de la clase obrera por obtener no sólo un sueldo justo, sino también la reducción del explotador horario laboral que en muchos casos, alcanzaba las 16 horas diarias.
Todo comenzó en Noviembre de 1884, cuando se celebraba en Chicago el Cuarto Congreso de la American Federation of Labor, en el que se propuso que, a partir del 1º de Mayo de 1886, los patrones se encontraban en la obligación de respetar la jornada de ocho horas. En caso contrario, los empleados se irían a una huelga indefinida.
Llegó el 1º de Mayo de 1886, los obreros elevaron a una sola voz: "A partir de hoy, solo 8 horas diarias, ni una más…". Sin embargo, a pesar que el presidente de Estados Unidos, Andrew Jonson, promulgara la llamada Ley Ingersoll, que establecía el horario laboral adecuado, esa no se cumplía.
Los patrones se habían negado a aceptar el decreto y por tal motivo los obreros paralizaron el país con más de cinco mil huelgas. A partir de aquel día, el clamor de 350 mil trabajadores logró parte del objetivo, aunque no tuvo la misma rapidez en todas las empresa explotadoras.
Ello ocurrió en el caso de los trabajadores de la fábrica McCormik, quienes tenían más de dos meses enfrentados a sus patrones. Al día siguiente del 1º de Mayo fue necesario la intervención de la policía, a fin de dispersar a más de 50 mil manifestantes. El 4 de Mayo nuevamente se congregaron los explotados frente a los explotadores. Los esquiroles rechazaron la manifestación, lo que dio como resultado 6 muertos y numerosos heridos. Adolf Fischer uno de los dirigentes de la huelga lanzó una proclama que circuló profusamente. "Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros". Fischer invitaba a un mitin en la plaza Haymarket, donde los más destacados dirigentes sindicales harían uso de la palabra.
Cuando se llevó a cabo este mitin, la presencia de los policías, quienes habían recibido órdenes de dispersar a los asistentes, desató la euforia de los obreros, quienes causaron la muerte de ocho policías después del estallido de una bomba.
Al término de la batalla, a lo largo de la plaza se hallaban tendidos 80 muertos y 200 heridos. Después de culminado este terrible suceso, "la justicia" condenó a los obreros por supuesto anarquismo. Dos de ellos fueron sentenciados a cadena perpetua, uno a 15 años de prisión y a otros cuatro al ahorcamiento. Ente estos se encontraba Adolf Fischer.
Lo indignante, en aquel momento fue la reacción de algunos medios de comunicación. Tal fue el caso del comentario del reconocido diario Chicago Tribune, en una de sus columnas señalaba: "El plomo es la mejor alimentación de los huelguistas", así como también pedía para estos prisión y trabajos forzados como "la única solución posible a la cuestión social".
La jornada de ocho horas se convirtió en una lucha reivindicativa y heroico de los trabajadores en el mundo. El movimiento popular en todas las latitudes se expresó en esa ocasión con una fuerza inusitada. Tras estos hechos surgió la nueva fuerza del proletariado, aquel asalariado que el capital anidaban su propia entraña y que sucedía sus cimientos como respuestas a una desmedida contradicción entre la vorágine del crecimiento capitalista y la brutal explotación del obrero.
Todo lleva un mismo significado. El 1º de Mayo debe ser para todos los seres humanos, el día en que un grupo de gente se comprometió a luchar por un mundo nuevo, sin ningún sistema de países ricos que explote y dominen no solo a ellos como gremios, sino también a los pueblos de las naciones pobres, para que la gente común y corriente trabaje y luche hombro a hombro, por una vida mejor.

No hay comentarios.: