26 diciembre 2011

CAÑETANO ALVARO VIDAL: LA MAFIA QUIERE DESESTABILIZARME

Álvaro Vidal, exdecano del Colegio Médico, exministro de salud, exdirigente del Frente de Defensa de la Seguridad Social que se enfrentó a la dictadura Fujimorista en los noventa, vocero de Gana Perú en la campaña electoral y actual presidente ejecutivo de Essalud, nos cuenta el por qué de la feroz campaña que evidentemente pretende su salida de ese cargo.

Durante los últimos días vemos una campaña mediática feroz que pide su cabeza, ¿cuál es su evaluación?

Esta campaña de demolición tiene que ver con los objetivos estratégicos de nuestra gestión al frente de Essalud: brindar a los asegurados un buen trato con los mejores estándares de calidad, cambiando el modelo actual de atención por énfasis en prevención y promoción de la salud, y que actúe sobre los determinantes sociales de la salud y las enfermedades. Para ello, es necesario garantizar la sostenibilidad financiera de la institución. En tal sentido, hemos recibido el informe de auditoría de la KPMG Internacional, que ha revelado graves irregularidades de la gestión aprista en Essalud. En otras épocas, estas auditorías eran guardadas bajo llave; las recibían la presidencia ejecutiva, el consejo directivo y las gerencias, y las escondían para que nadie se entere.

En cambio, lo primero que hemos hecho nosotros al recibir la auditoría, ha sido remitirla a la Contraloría General de la República, al Presidente de la República, a las comisiones de Fiscalización, salud y Trabajo del Congreso Nacional, y, por supuesto, a nuestro órgano de control interno, que hemos reactivado. Además, tenemos una comisión de saneamiento contable y hemos hecho un plan de trabajo para que todas las recomendaciones de la auditoría se hagan efectivas, lo que implica cronogramas, seguimientos, establecer presuntas responsabilidades de los funcionarios, etc.

Entonces, detrás de esta campaña estarían los involucrados en las graves irregularidades que se desprenden de la auditoría que menciona…

Por supuesto. Aunque la empresa auditora se abstiene de opinar, debido a que la documentación revisada es totalmente caótica y desordenada, hay una serie de hallazgos muy importantes. Por ejemplo, cuando la empresa auditora encuentra que la administración aprista de Essalud afirma que entregó a la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) 111 millones de dólares para equipamiento hospitalario, se evidencia una contradicción porque la Unops demuestra con documentación que solo recibió 52 millones de dólares para ese fin. Es decir, solo en este rubro hay un defecto de 59 millones de dólares.

¿Y en el caso de empresas privadas que son proveedoras o que han firmado convenios de asociación pública privada (APP), también hay irregularidades?

Compete a los órganos respectivos del Estado llevar a cabo las sanciones y medidas contra los que resulten responsables.

Lo pregunto porque una de las primeras acciones de su gestión fue resolver el convenio de APP con el Consorcio Callao…

En el tema de las APP, creemos que son buenas o malas, dependiendo de los términos de referencia. Es decir, si salvaguardan los intereses del país, los intereses del Estado, y en este caso los intereses de Essalud y de sus asegurados. Por ejemplo, si los márgenes de utilidad y los plazos no están fuera de los márgenes internacionales. Por eso hemos evaluado cada APP y cuando lo hicimos con la APP con el Consorcio Callao vimos que era lesiva a los intereses de la institución.

Los grupos que están detrás de estas empresas van a mover cielo y tierra para desestabilizar esta gestión. No puede ser que Essalud se haya comprometido por 32 años a pagar 600 a 700 millones de soles anuales. Para nosotros eso no resguarda los intereses de los asegurados ni de la institución, porque el presupuesto de Essalud superior a los 2 mil millones de dólares constituye el salario social de los trabajadores, y nosotros debemos resguardar esos fondos.

¿Usted diría que hay una mafia que sigue operando y que no quiere dejar de beneficiarse con los fondos de Essalud?

Yo diría que hay grupos de interesados en continuar con las gollerías y con los grandes negocios a costa de los fondos de Essalud. La opinión pública los llama mafias.

Dejando el tema de la corrupción y las mafias que, según lo que nos cuenta, mueven cielo y tierra para desestabilizarlo, ¿cree usted que la derecha, que viene ganando poder, busca su salida porque usted es conocido como una personalidad progresista?

Todos los sectores progresistas del país siempre han estado en la mira de la derecha, más aún cuando hay un gobierno como el del presidente Humala, que es progresista, que ve por los intereses del pueblo peruano, por el crecimiento económico con justicia social. Y evidentemente,
quienes tenemos un pensamiento progresista -y en mi caso desde que fui secretario general de la Federación de Estudiantes de Medicina, pasando por el decanato del Colegio Médico, por ser ministro de salud y ahora presidente ejecutivo de Essalud- somos objeto de ataques porque no vamos a permitir ningún acto de corrupción.

Por eso, los sectores que históricamente se han aprovechado de los recursos del Seguro Social para hacer sus negocios e incrementar sus utilidades, muchas veces ilícitamente, ven en esta gestión que están anuladas sus posibilidades. En el propio proceso de transferencia de la gestión recibimos amenazas de muerte.

¿Usted fue amenazado de muerte?

Fue al doctor Javier Tovar, pero sé que se dirigía a mí. El tema que originó la amenaza fue precisamente la APP, porque cuando la funcionaria respectiva nos hacía la exposición de las APP, el Dr. Tovar preguntó por el detalle de los términos de referencia, y ella respondió que le estaban faltando el respeto. No hubo ninguna falta de respeto, solo se pidió saber si los términos de referencia favorecen al seguro social o a la entidad privada. Ella se dio por ofendida, y el Dr. que hizo la pregunta fue amenazado de muerte por teléfono al día siguiente mediante una llamada telefónica a su casa en la que le indicaron donde se encontraban sus hijos en ese momento.

O sea con reglaje y todo. Eso es una mafia…

Esto me hace recordar cuando fui presidente del Frente Nacional de Defensa de la seguridad Social en los años de la dictadura de Fujimori y Montesinos; en plena lucha para que no privaticen la seguridad social, sufrí un atentado junto con el Dr. Salazar. Hubo evidencias de que fue el Grupo Colina. Destrozaron mi carro y tuve fracturas múltiples.

En esta lucha hay intereses muy fuertes. Esta es una institución que maneja un gran presupuesto y aquí ha habido grandes negocios que con esta gestión no van a pasar. Los grupos que han hecho fortunas, que se han enriquecido ilícitamente con el dinero de los trabajadores no van a pasar con nosotros y están en una tremenda desesperación por volver.

Usted tuvo una participación constante en la campaña electoral de Gana Perú y en la transferencia del gobierno, es evidente que ha ganado seguramente muchos enemigos…

Yo tuve la gran responsabilidad y el honor de que el entonces presidente electo Ollanta Humala me encargara recibir la gestión del Ministerio de salud y de Essalud. Fui además el vocero de salud y seguridad social de toda la campaña y me enfrenté a los voceros del Fujimorismo que ahora me atacan desde el Congreso, porque yo les toqué el tema de las esterilizaciones forzadas.

Si sus enemigos políticos logran su cometido, sería la cuarta vez que sale de Essalud…

Yo he tenido tres despidos en mi vida. Todos en el Seguro Social. El primero fue en la época de la dictadura de Morales Bermúdez, porque firmé un comunicado de solidaridad con los trabajadores despedidos antes del paro nacional de 1977. Años después, volvimos mediante una iniciativa legislativa del diputado Alva Orlandini.

El segundo despido fue en la década de los noventa, porque defendí la seguridad social contra la privatización impulsada por la dictadura fujimontesinista y su aliado Castañeda Lossio, entonces presidente ejecutivo del Instituto Peruano de seguridad Social que se quedó después del golpe de Estado. Nosotros defendimos la seguridad social, si no está institución sería ahora privada. La lucha del gremio de los médicos del seguro, y el frente de defensa que incluía a otros sectores, impidió la privatización de la seguridad social en pleno poder de Fujimori y Montesinos.

Tras la caída de la dictadura, el presidente Valentín Paniagua, que luchó con nosotros por la defensa de la seguridad social, me reincorpora a Essalud en el 2001, pero no bajo la figura de la reposición que me hubiera devuelto mis derechos en el régimen del Decreto Legislativo 276 al que pertenecía, sino que me reincorporan bajo el régimen del Decreto Legislativo 728 como cargo de confianza porque no había otra forma. Y Valentín Paniagua había ordenado que se me reincorpore como sea porque yo había sido maltratado, despedido y hasta casi me matan. Yo quería que me devuelvan mis derechos del 276 pero tuve que aceptar porque vivo de mi trabajo.

¿Y desde allí hasta que lo volvieron a despedir qué cargo desempeñó?

Yo ocupaba un cargo modesto de asesor de la gerencia en el Hospital Almenara en el que he trabajado más de 34 años en total sin ninguna sanción. Incluso, luego de dejar el cargo de ministro de salud con Toledo volví a ese puesto.

Me despidieron nuevamente en el 2007 por apoyar con mi firma un comunicado en el que con otros exministros del gobierno de Alejandro Toledo rechazábamos la persecución contra el expresidente.

Bueno, al día siguiente me comunicaron que me sacaban, que la dirigencia aprista no me perdonaba el respaldo a Toledo. Me fui a mi casa tranquilo con mi dignidad.

Esa es la diferencia entre su caso y el de Fernando Barrios…

Sí, porque Fernando Barrios dejó el cargo de presidente ejecutivo de Essalud para pasar al día siguiente a ser ministro del Interior. Él se autodespide con cerca de 200 mil soles. Yo era un asesor modesto que tenía un cubículo junto a las secretarias de la gerencia del Hospital Almenara y de ahí me fui a mi casa. El monto que recibí de indemnización me correspondía por ley. Yo ganaba 6,500 soles, pero luego de los descuentos alrededor de 4 mil soles. Mi abogado, el Dr. Carlos Blancas (ministro de Trabajo del primer gobierno de García) me dijo que yo tenía dos opciones, o cobrar la indemnización que me correspondía por el Decreto Legislativo 728, o iniciar un proceso judicial.

Entonces, la acusación que le hacen de que cobró indebidamente una indemnización por despido arbitrario es un pretexto para sacarlo del cargo.

Sí, y encima me acusan de haber intervenido para la contratación de mi hijo, el abogado Álvaro Vidal Bermúdez en el Ministerio de Trabajo. Yo quiero decirle a la opinión pública que eso es falso. Mi hijo, tiene los méritos suficientes no solo para ocupar el cargo que tiene, sino para muchos más. Es abogado, profesor de la Universidad Católica desde hace años, es el jefe del curso de seguridad Social; ha sido consultor de la OIT y de la CEPAL; tiene publicaciones en diversas revistas nacionales e internacionales, es conferencista, tiene un posgrado en la Universidad Castilla de la Mancha, en seguridad Social y Diálogo Social. Tiene méritos propios, no necesita de mí.

No hay comentarios.: