Escribe: Cleto Aguado Gutiérrez
Como es de conocimiento de la opinión pública nacional, la provincia de Yauyos con sus 33 distritos por designio privilegiado de la madre naturaleza, cuenta con infinidad de atractivos y abundantes recursos de valor turístico en todo su ámbito geográfico difundidos por diversos medios periodísticos de Lima y del Extranjero, destacándose por sus particularidades excepcionales como la mejor en la región Lima – Provincias, comparable sólo con la belleza de los paisajes que se ubica en la región Ancash a la que se denomina «Suiza Peruana», mientras que a Yauyos por la similitud de sus encantos paisajísticos, también se la conoce como «La Pequeña Suiza Peruana».
Sin embargo estropeando estas bondades naturales y cerrando el derecho de acceso a los visitantes y turistas nacionales y extranjeros, las autoridades del gobierno que tienen que ver lo relacionado con los centros penitenciarios, recientemente han declarado la descabellada posibilidad de construir o ampliar un nuevo penal en la ciudad de Yauyos, ubicada a una altitud de 2874 metros s.n.m. y a una distancia aproximada de 276 Km. de la ciudad de Lima. No creemos que este sorprendente y perjudicial proyecto haya surgido de una mente normal que sepa diferenciar lo bueno y lo malo, o tal vez sea el producto de mentes ignorantes que desconocen las bondades benéficas que ofrece Yauyos a todo el mundo en el aspecto turístico y con la centralización de la gavilla del a maldad en Yauyos pretenden eliminar y ahuyentar el ingente acceso turístico. Por otra parte, existen importantes yacimientos mineros en plena explotación, a los que posteriormente se sumarán otras decenas de centros mineros casi en todo Yauyos, conforme ya están titulados sendos denuncios aprobados por el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico . Además la población yauyina sumida en la pobreza, humildad pero conducta honesta vive únicamente de su esfuerzo agrícola-ganadero; pero con el supuesto funcionamiento de un nuevo penal, sería como soltar ante indefensos pastores una manada de lobos insaciables.
El actual penal de Yauyos, si bien es cierto, que es pequeño y no reúne las condiciones necesarias, se justifica por su escasa población penal durante todo el año, ya que los delitos que en algún momento ciertos ciudadanos de la provincia son sancionados con carcelería temporal, mayormente por abigeato, pocas veces por homicidio o por denuncias de terrorismo; hechos delictivos tipificados como primarios y su reclusión sería suficiente en el penal de Yauyos. Pero, si se concretara la construcción de un nuevo y amplio penal en Yauyos para albergar a cientos de personas sentenciadas por la comisión de aberrantes delitos y procedentes de otras jurisdicciones; entonces la pacífica población de los 33 distritos de Yauyos vivirían días y noches de tensión, temor y zozobra.
Si nos remontamos un tanto al pasado de Yauyos, a través de su historia republicana ha padecido muchas injusticias, cuyas investigaciones siempre se hicieron humo en medio camino, análoga situación atraviesa también en la actualidad por la dadivosa generosidad de quienes conforman el cuerpo judicial de Yauyos; por ejemplo, alcaldes enjuiciados durante diez años, aún no están sentenciados a carcelería o son absueltos, bajo el pacto de la coima.
Por eso, la población yauyina que eternamente solloza y clama justicia, repite en silencio el filosófico pensamiento que dice: «Nadie ama más la justicia, que aquel que sufre el dolor de la injusticia, y nadie busca más la justicia que aquel que sangra en carne propia el dolor de la injusticia». Por eso, las autoridades y la población de la provincia de Yauyos no permitirán la construcción de un nuevo supuesto penal porque sería una catástrofe para Yauyos.
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