23 noviembre 2006

GOLONDRINOS… CUANTAS ELECCIONES SE BUSCAN ANULAR EN TU NOMBRE…

Muchas denuncias se vienen conociendo en la provincia de Cañete, al igual que en todo el país, que pretenden desconocer el triunfo en las ánforas de tal o cual candidato… y casi en todas ellas, se señala como culpable, a la presencia de los famosos “votos golondrinos”.
Estas denuncias han motivado, que en algunas ciudades se lleguen a excesos que de no ser controlados como debe y tiene que ser, puedan llegar a situaciones que luego tendríamos que lamentar.
Denuncias en diversas ciudades del país, en donde se ha llegado al extremo que en el ánimo de anular las elecciones, se quemaron las actas y cédulas de sufragio; y en algunos casos ha motivado que los ganadores hayan tenido que resguardarse en algún lugar seguro, fuera de su territorio… claro en estos casos se habla de presunto fraude… pero da pie, para que en otros lugares se busque otra razón para anular elecciones… y allí cae de perillas, los votos golondrinos…
Acá en Cañete, las primeras noticias en cuanto a disturbios vinieron del distrito de Cerro Azul, en donde los simpatizantes de Hugo Rivas no aceptaban la derrota a favor de Juana Raspa de Pain. Y allí se habló de golondrinos… pese a que habían denuncias, realizadas con anterioridad de la existencia de golondrinos, pero que llegarían para favorecer a Hugo Rivas.
En el distrito de Coayllo, se pretende desconocer el triunfo del actual alcalde Vega Ortiz de Unidad Nacional y para ello también se recurre a los votos golondrinos. Lo mismo se habla en Pacarán en donde la candidata aprista, señala que le ofrecieron 40 votos golondrinos, para favorecerla, y que ella no aceptó, y al final pierde la elección por 20…
En Zúñiga, el actual burgomaestre que no ha logrado reelegirse, señala como motivo de su derrota, también a la existencia de votos golondrinos.
Las autoridades del Jurado Electoral Especial de Cañete, también en su momento habló de la existencia de votos golondrinos, y señaló que se iban a tomar las medidas del caso, para evitarlos.
Es más, desde el Jurado Nacional de Elecciones, se señaló que se iban a tomar medidas, pero al parecer, el tema de los votos “golondrinos” son un asunto que el JNE ha manejado con poca prudencia. Profusos avisos llamaban a los pobladores que si reconocían a un elector “golondrino” lo denunciarán. Por otro lado, el JNE pedía que los “golondrinos” se abstengan de votar. Imagínese, miembros del JNE pidiendo a la gente que no vote aunque su nombre figure en el padrón. Se nos informó que se comprobarían los datos domiciliarios de los “golondrinos”, y que el día de la votación no se les iba a dejar votar… y nada de eso sucedió.Sin duda que el tema de los “golondrinos” ha terminado por caldear los ánimos de todos; sobre todo porque las elecciones han sido muy reñidas en varios lugares. En Asia, gana Acción Popular por 34 votos… En San Antonio 21, en Pacarán 20, en Zúñiga 18, en Santa Cruz de Flores solo 5.
Sin duda, los votos golondrinos, en algunos sitios ha una realidad evidente, en otros solo ha sido un pretexto para los vándalos. Pero lo que es peor aún, el JNE ha terminado la investigación y no tiene claro quiénes son los “golondrinos”.
Y es que, existe mucha gente que ya no vive en su lugar de origen… y sólo llega a ella a votar… y lo hace después de largos cuatro años que hay entre elección y elección… acaso, ellos también no son votos golondrinos…
En esencia, los golondrinos son aquellas personas que llegan a sufragar en algún lugar, no siendo o no radicando en el mismo. Y, me pregunto… un imperialino que por muchos años vivió en Lima y que por razones laborales tuve que tramitar su DNI en Lima, y que con el paso de los años, quiere influir en los destinos de su distrito, ya sea apoyando a una u otra candidatura, acaso se le puede negar el derecho de cambiar de domicilio en su DNI y votar en Imperial.
Creo que cuando más restricciones se pongan a estos hechos, más empeora la cosa… Evidentemente, hay que normar en la materia, para que no se puedan cometer errores… por ejemplo, podrán votar en algún determinado lugar, los que hayan nacido, o tengan un tiempo mínimo de residencia efectiva en el lugar… y al que hay que agregar que solo se debería de permitir cambios domiciliarios, bajo razones comprobadas, pueden ser estas de estudio o laborales, e inclusive hasta por enfermedad, y hasta un tiempo prudencial, en vísperas de una elección, que bien podría ser un año. Ello, aunado a la disposición, de que si el votante radica o vive lejos del lugar de votación, se le puede exonerar de la multa, o pagando un determinado monto, exonerarse de la votación, se podría acabar con los llamados golondrinos.
Finalmente, nos enfrentamos a una elección con reglas marcadas… definidas… y todos los actores de la contienda electoral, sabían de las normas… si la autoridad no tomó las medidas preventivas a tiempo, ya no hay nada que hacer… señalar a la población de que se puede anular la votación por una que otra razón, es simplemente engañarla… No hay razón, ni argumento que permita la anulación de las elecciones ediles y regionales. Simplemente hay que respetar la decisión del soberano… el pueblo.

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