15 octubre 2012

RINCON CONCILIATORIO

Directora Abogada Rocío López Luna
DIRECTORA DEL CENTRO DE CONCILIACIÓN «MADRE DE CRISTO CONCILIADORA»
Av. Benavides 799, 2do Piso, San Vicente, Cel. 999 210 236, T. 01 3005603

En este espacio trataremos casos de la vida real ADAPTADOS a nuestra realidad cañetana, y ello, a fin de acercar al pueblo UNA JUSTICIA REAL de una manera rápida, económica y efectiva. Recordemos que la Conciliación no es «Reconciliación» sino la última posibilidad que tienen 2 personas de arreglar su conflicto DIRECTAMENTE, sin necesidad de ser acompañados por abogados, cuyo Acuerdo tiene un peso similar al de una Sentencia… ¡con la ventaja de la RAPIDEZ y CONFIDENCIALIDAD!

DÉCIMO SEXTO CASO:
Una conocida comerciante se acerca a nuestro Centro de Conciliación pidiéndome una Consulta, su actitud temerosa no correspondía a su voz enérgica y extrovertida, aquí nuestro diálogo…
Señora: «Doctora he venido a pedirle consejo pero a un nivel muy privado…»
Dra. Rocío: «Así es todo a nivel Conciliatorio Extrajudicial señora, hablemos por favor en la Sala de Audiencia con total privacidad»- consideren queridos lectores que estos casos son basados en la realidad pero no corresponden a ninguna persona en concreto.
Señora: «Soy una prestamista con muchos clientes desde Asia hasta Yauyos y me pasa algo que no me deja dormir de la cólera por las noches, así que no he podido más y vengo a verla. Se trata de que mi hija menor de 15 años ha quedado embarazada del hijo de un vecino nuestro, de 17 años, también escolar. El hecho es que yo he corrido con todos los gastos durante el embarazo, la cesárea, los pañales, la leche, mientras ellos sólo vienen a visitarnos y tomarse fotos con el bebito que ya tiene 3 meses, aún y cuando tienen mejores posibilidades económicas que yo incluso, pues tienen 3 ferreterías. Cuando les he sugerido cooperación en los gastos me han dicho burlones: «Será un chiste, tú tienes para regalar, ¿o ya no te está yendo bien en el negocio?»
Dra. Rocío: «Señora, si queremos pan vamos a la panadería. Hacemos cola, pero al llegar a la Caja no decimos: «Quiero pan pero no tengo plata, que pague la persona que me sigue». Ahora estos dos muchachos quisieron tener sexo, NADIE LES OBLIGÓ A HACERLO, y la consecuencia es su precioso nieto. Dado que su hija está lactando al bebé, ella no puede cubrir los Alimentos de este, entonces el padre, que ya tiene mayoría relativa de edad, es el indicado a cumplir con la totalidad de los gastos que existan. Si sus padres desean ayudarlo, fantástico, pero en principio, LOS ALIMENTOS SON COMPARTIDOS, MIENTRAS NO HAYA LACTANCIA O EL MENOR NO SUFRA DE DISCAPACIDAD»
Señora: «Entonces Doctora ¿no estoy yo mal sino ellos?»
Dra. Rocío: «Definitivamente señora no se trata de estar mal o bien. Quizás estas personas ignoren la ley, pero para eso estamos: SIN DENUNCIAS, SIN TESTIGOS los citamos, les explicamos porque he notado que Usted no quiere un Proceso Judicial, ¿verdad?»
Señora: «¡Cómo adivinó Dra.!, a mí eso no me conviene nada, porque si mis clientes se enteran que me dejo pisar el poncho, nadie me respetará los pagos, ¡eso sí que sería mi muerte como prestamista!»
Dra. Rocío: «Entonces ¡hechos y no palabras!, invitamos a conciliar al muchacho y si gustan pueden asistir sus padres en el menor tiempo posible, y trataremos de encontrar una solución al conflicto y punto.»
Señora: «¡Sí Doctora! Usted tiene razón, ¿por qué será que le damos tanta vueltas a las cosas?»
Dra. Rocío: «Pareciera que nos gusta ¿no?»- las dos nos reímos…

Nota de la Dra. Rocío: Luego de conocer la realidad de las cosas, los padres del chico-padre asumieron los gastos. Sugerí que él no sólo se dedique a sus estudios sino a ayudar cada día 5 horas en una de las ferreterías, y que la chica-madre atienda a su bebé desde que llegara del colegio hasta que se acostaba, Y NADA DE FIESTECITAS QUE AHORA COMO AMBOS ASUMIERON UNA RESPONSABILIDAD DEBEN MADURAR. Esa propuesta les encantó a los padres de los muchachos, pero les expliqué con afecto que «a cada derecho se opone un deber», y que si se sentían tan adultos como para ejercer su libertad sexual, también debían afrontar ser padres de esa criatura que sólo tiene derecho a existir dignamente. Recordemos que la Sobreprotección a nuestros hijos los hacen débiles, irresponsables e infelices. Este caso demostró nuevamente que ¡LA CONCILIACIÓN VIVE!

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