01 marzo 2008

SERENAZGO... QUE PENA...
Escribe: Lic. César Calagua Gutiérrez

La verdad que da pena ver como realizan su trabajo los señores del serenazgo de San Vicente, su comportamiento y accionar da pena y causa mucha preocupación, porque el último jueves en la noche se han mostrado tal cual son: "MATONES DE BARRIO".
Y creemos es necesario que el alcalde provincial tome acciones urgentes para cambiar el sistema de este trabajo, porque se muestran matonescamente y quieren abusar de los ciudadanos indefensos. Ayer 14 miembros del serenazgo de nuestra ciudad estuvieron maltratando a un ciudadano en las inmediaciones de la Beneficiencia Pública, causando un gran alboroto entre la población.
Han estado pronunciando palabras de grueso calibre que es mejor no reproducirlas y ante la arremetida de los pobladores que estaban allí se retiraron a su camioneta y estaban todos allí apiñado,s se retiraron a dar una y mil vueltas por la plaza de armas, llamando inclusive "homosexual" al ciudadano que no pudieron agredir, por lo que se dedican ahora también a molestar a los jóvenes que se ganan la vida en las inmediaciones de la ciudad facilitando a la colectividad las llamadas telefónicas.
De manera abusiva arremeten contra estos jóvenes (niños y niñas), pero cuando ven a uno de estos malandrines sentados en el respaldar de las bancas, tomando licor en el parque o en sus carros, allí son cobardes, no se muestran groseros ni matones, tienen miedo y siempre caminan de tres, cuatro o más. Cuando pasan por ejemplo por las urbanizaciones San José, San Agustín, Los Cipreses, pasan raudamente en sus motocicletas, pareciera que van haciendo carrera, inclusive estas unidades no tienen luz, no tienen circulina, luz posterior, etc.
Y mientras estos malos elementos están cobrando por hacer una labor que deja mucho que desear, los ciudadanos están obligados a pagar por este pésimo servicio que brindan. No se visten de manera uniforme (unos están con polos, otros con camisas, otros con casaca), en fin cada uno hace las cosas como cree conveniente.
Ojalá que este servicio cambie, que mejore, pero sobretodo hay que educar a estos elementos que dejan mucho que desear y que muchas veces dan risa cuando vemos como se desvían al pasar por elementos de mayor contextura muscular, pero si se muestran valientes ante los indefensos y débiles ciudadanos. Esperamos…

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