17 diciembre 2010

«AYER YO VISITE LA CARCEL DE SING SING»…

Escribe: Renny Abel Sandoval Sánchez

… Y en una de sus celdas solitarias, un  hombre se encontraba arrodillado al redentor…»; así  empieza  una popular canción de Armando Manzanero.
Pues bien, ayer yo visité la cárcel de Cantera y no encontré ninguna celda solitaria, todas estaban totalmente atiborradas.  Una celda destinada para  02 personas  es ocupada por 20 internos. Están hacinados como animales, en una de ellas encontré al hombre que  lloraba sus penas, sus desgracias, no  había cometido ningún delito, no había robado, no había matado no había violado y había sido condenado a pasar muchos años entre delincuentes de distintas categorías.
Lo sacaron de su trabajo y directamente lo enviaron a una de estas celdas; y se acostumbró al bullicio que nunca acaba; a recibir su comida de la paila; a pagar las cuotas, las rifas y las actividades de carácter obligatorio para mantener el orden y la limpieza en cada pabellón.
Y, aunque no entiende porque otro preso debe tener el control de otros presos; también se acostumbró a este nuevo orden, a que otro preso tenga el control absoluto de un pabellón.
Pero no se acostumbró a dormir con otras 19 personas en un lugar destinado para 2 personas; no se acostumbró al olor del desagüe que sale del baño sin control;  no se acostumbró a ser encerrado en esta celda dormitorio desde las 7 de la noche hasta las 7 de la mañana, no se acostumbró a dormir sólo de costado. Que paradoja, teniendo tanto tiempo para dormir, el hombre no podía dormir.
El ceño fruncido del hombre me muestra, que no está conforme con su destino, que está molesto, y que extraña su familia, que añora desesperadamente la  comodidad de su hogar, el calor de su mujer, el abrazo de su hija, quiere ver el campo verde que todos los días antes de ir a trabajar podía disfrutar, y solo llora y llora.
Se rebela ante la injusticia, ante el trato desigual que otorga la justicia, pero el hombre no tiene  alternativa, tiene que seguir en ese infierno porque un Juez honesto e imparcial (aparentemente) le  negó su libertad.   
Ayer no visite la cárcel de  Sing Sing, estuve en la cárcel de Cantera, aquí nomás.       

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