17 diciembre 2010

«CHAVIN DE HUANTAR»: ¿OPERACION MILITAR EXITOSA O TERRORISMO DE ESTADO?

Por: Jorge Luis Paucar Albino

Un día como hoy, hace 14 años, un 17 de diciembre de 1996, se produjo uno de los últimos atentados terroristas en la historia reciente de nuestro país: La Toma de la Residencia del Embajador Japonés.
¿Cómo se imagina cualquier persona a un terrorista?, ¿Es cierto que existen varios tipos de terrorismo entre los cuáles se encuentra el Terrorismo de Estado?, ¿Hubo Terrorismo de Estado en el Perú?... Al respecto, la mayoría de personas se imaginan a los terroristas como sujetos uniformados que pretenden, mediante las armas, la violencia, la muerte y el terror, imponer sus ideas políticas a los demás. 
Esta visión que se tiene acerca del terrorista queda de lado cuando nos damos cuenta que, en nuestro país y en el mundo entero, han existido, y existen hasta ahora, casos en que personas que se encuentran al mando de un país o que poseen algún poder político deciden «hacer justicia con sus propias manos» y aplicar la ley de «ojo por ojo, diente por diente» y asesinan a personas presuntamente culpables de crímenes para, con ello, darle una lección a los demás, lo cual constituye un caso de Terrorismo de Estado. 
Lamentablemente, situaciones como éstas se vivieron en nuestro país y esperemos no vuelva a suceder.
Hoy en día no es tan común que se hable de atentados terroristas; sin embargo, desde 1980 hasta el 2000, no fue así, ya que se vivió en el Perú un conflicto armado protagonizado por los terroristas, las víctimas de los atentados y el Estado.
Mientras los terroristas mataban a las personas para mandar un mensaje a la sociedad en favor de sus ideas políticas, los terroristas de Estado mataban a sospechosos o culpables de crímenes para enviar una advertencia a aquellos que pudieran atreverse a cometer los mismos delitos.
Este problema se ve reflejado en uno de los últimos atentados terroristas ocurridos en el Perú: la Toma de la Residencia del Embajador Japonés.
El 17 de diciembre de 1996, catorce miembros del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) tomaron como rehenes a todos los invitados a una fiesta que se realizó con motivo del 63º aniversario del nacimiento del Emperador de Japón. Para liberar a los rehenes se llevó a cabo la operación militar «Chavín de Huantar». En mi opinión, en ambos casos se violaron los Derechos Humanos y, en el último, se hizo Terrorismo de Estado. A continuación, presentaré mis argumentos que defienden estas ideas.
Ante todo, hay que considerar que los emerretistas a pesar de tener a personas como rehenes y privarles de su libertad, permitieron la liberación de las mujeres y los enfermos, respetaron la vida y la integridad física de los rehenes facilitando el ingreso de comida y haciendo posible la comunicación con sus familiares.
Además, confiaron en una solución al problema a través de las negociaciones con el gobierno, las cuales se basaban en el cumplimiento de los pedidos de los emerretistas, quienes pedían la liberación de sus principales cabecillas que se encontraban presos en diferentes cárceles del país. Ante ello, había un acuerdo entre las partes, las que acordaban no utilizar la violencia con los rehenes.
Luego, se llevó a cabo la Operación Militar «Chavín de Huantar», la cual trajo como consecuencia la muerte de los catorce miembros del MRTA, dos miembros de las Fuerzas Armadas y un rehén. Además, al revisarse los cadáveres de los emerretistas, se encontró que tenían en el cráneo entradas de bala por detrás de la cabeza; es decir, por la nuca, lugar desde donde se llevan a cabo las ejecuciones.
Finalmente, luego de recibir la noticia del deceso de los emerretistas, los familiares de los fallecidos fueron en busca de los cuerpos para poder darles la última despedida y enterrarlos como se debe. Ante ello, recibieron, no solo la negativa de ver los cuerpos, sino también el engaño sobre la ubicación de estos.
Entonces, ¿qué tipos de actos se cometieron en la Toma de la Residencia del Embajador Japonés y en la «Operación Chavin de Huantar»?.
Por un lado, los emerretistas no respetaron las libertades de los individuos al tomar como rehenes a los invitados a la fiesta en la Residencia del Embajador Japonés. Por otro lado, los miembros de las Fuerzas Armadas no respetaron las vidas de las personas, ya que mataron a los catorce miembros del MRTA y se les privó del derecho a un debido juicio. En ambos casos, se usaron a las personas como medios y no como fines, se usaron las vidas humanas en favor de un determinado objetivo. Tampoco se respeto la dignidad de la persona al no permitirles a los familiares de los emerretistas el reconocimiento de los cadáveres para que les puedan dar sepultura. De igual manera, no se respeto lo acordado, ya que mientras los emerretistas no les hacían ningún tipo de daño físico a los rehenes y tampoco ejercían violencia sobre ellos, el gobierno decidió realizar su operación militar de manera violenta acabando con la vida de 17 personas entre emerretistas, miembros de las Fuerzas Armadas y un rehén. Como vemos, hubo Terrorismo de Estado en la «Operación Chavin de Huantar», ya que se mató a todos los emerretistas presentes en la Residencia del Embajador Japonés. Es decir, con tal de vencer al terrorismo y liberar a los rehenes no importaban los medios para lograrlo, era un precio que se tenía que pagar. Sin embargo, si se pretende que este tipo de acontecimientos no vuelvan a suceder es necesario que, por un lado, las leyes permitan que se condene a los responsables de estos crímenes de lesa humanidad. De igual manera, el Estado y la sociedad peruana, por su parte, deben encargarse de no propiciar las condiciones para que el terrorismo vuelva a surgir. Para ello, debemos erradicar todo tipo de exclusión social para que las diferencias socio-económicas no sean tan grandes y no haya resentimientos en sectores de la población que luego podrían asimilar ideas radicales que las lleven a ser capaces de morir y matar por sus ideales.

No hay comentarios.: