Más de 3 mil pobladores de Cañete, reunidos en la Plaza de Armas de San Vicente, decidieron acatar desde hoy un paro indefenido porque argumentan que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) -que dialogó con sus autoridades- solo suspendió uno de los dos proyectos de ampliación del establecimiento penitenciario. Así, unos 18 km de la nueva autopista de la Panamericana Sur, así como los 20 km de la antigua carretera de ingreso a Cañete aún están bloqueadas.
ENFRENTAMIENTOS, HERIDOS Y ROBOS
Los manifestantes bloqueron ayer por varias horas la Panamericana Sur, entre el kilómetro 140 y la entrada al distrito de Cerro Azul, en el segundo día de paro. El enfrentamiento con la policía fue inevitable y un grupo de encapuchados aprovechó la oportunidad para robar varios vehículos que transportaban diversas mercaderías.
Esta actitud fue rechazada por Italo Maldonado, presidente del Frente de Defensa de los Intereses de Cañete. «No estamos de acuerdo con este tipo de actos que son negativos al paro que hacemos», indicó a «América Noticias», ya que ellos exigen que se detenga la construcción del penal de «Cañete 2» y la ampliación del penal de «Cañete 1».
«Creemos que si Lima produce el 80% de estos criminales, pues que Lima se construya sus propias cárceles en Miraflores o en San Borja», refirió el dirigente.
La jornada de protestas de ayer, convocada por el Frente de Defensa de los Intereses de Cañete, dejó un poblador herido de bala en la pierna derecha, decenas de pasajeros varados, además de cinco buses interprovinciales apedreados.
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