CONTRA BARES Y CANTINAS ALGO HAY QUE HACER...
Escribe: Lic. César Calagua Gutiérrez
Nuestra población en los últimos tiempos se viene preguntando ¿qué sucede con nuestra ciudad?, ¿qué hacen las autoridades para evitar que continuemos cayendo culturalmente?... porque estamos de mal en peor y esto gracias a la ineficacia de quienes tienen la responsabilidad de conducir el destino de nuestra provincia que no se preocupan para sacarnos de este abandono y caos en que nos encontramos.
Lamentablemente de un tiempo a esta parte podemos observar que la apertura y funcionamiento de bares y cantinas han proliferado en nuestra ciudad y lo peor de esto es que se han incrementado en el perímetro de la plaza de armas, en las calles aledañas y creemos que sin cumplir con las normas de salubridad y seguridad mínima necesaria, ofreciendo un espectáculo por demás deprimente cuando los jóvenes y parroquianos consumen licor en exceso.
La autoridad edil debe poner coto a esta proliferación de bares y cantinas, que perjudica no solamente el ornato, sino que a determinadas horas quienes se encuentran libando licor ofrecen un espectáculo deprimente con jóvenes miccionando en la vía pública vociferando palabras de grueso calibre sin respeto alguno a los transeúntes que pululan por estos lugares.
El departamento de rentas del municipio provincial debe verificar y en todo caso sancionar a quienes trasgredan las normas y disposiciones municipales. Deben ser estrictos en el caso de otorgar licencia de apertura y funcionamiento de bares y cantinas de mala muerte en la zona urbana de nuestra ciudad, para evitar espectáculos bochornosos de nuestra gente en la vía pública.
Particularmente, no creemos necesario que el municipio provincial se desviva por obtener mayores ingresos a costa de estos comercios, que en muchos casos por el estado de la persona, hace que ésta denigre su personalidad inútilmente por el exceso de licor en cantinas y bares de mala muerte, donde puede estar corriendo la droga y el sexo, a vista y paciencia de todos.
Imagínense si así esta la cosa en la ciudad, donde hay vigilancia, seguridad y otros, como será en la zona rural que no tiene lo mismo de facilidades, pero donde si hay muchos jóvenes que laboran en el campo y no tienen distracción alguna…
Es necesario que el municipio, la gobernación y la policía nacional inicien una campaña inopinada en los bares y cantinas de nuestra ciudad para evitar que nuestros jóvenes se pierdan concurriendo a estos lugares, que aunque algunos no quieran, son antros de perdición autorizada por quienes tienen la responsabilidad de conducir los destinos de nuestra ciudad. Esperamos,
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