CAÑETE LE DICE A LOS MEDIOS DE PRENSA NACIONAL, NO DIFUNDIR MÀS MENTIRAS SOBRE LO OCURRIDO EN LA PANAMERICANA SUR

Tomado de: El Arte de Enseñar, del Profe Pedro A los cañetanos se nos ha tildado de: «turba de bárbaros», de «vándalos», «anarquistas» y hasta de «delincuentes», y eso no es justo. Cañete es un pueblo herido, vilipendiado, ignorado y olvidado.

Cañete se ha cansado de ser tratado como patio de recreo de los capitalinos, que hoy expresan indiferencia ante lo que acontece y motiva el reclamo justo de los ciudadanos.

La Policía Nacional se ha ensañado con los ciudadanos que habiendo recorrido kilómetros bajo un sol extenuante para hacer sentir su protesta, desprovistos de cualquier objeto que pudiera ser empleado potencialmente como arma y eso se puede apreciar en las imágenes reales que a toda costa la policía ha querido ocultar agrediendo salvajemente y arrebatando las cámaras de todos los periodistas y reporteros que cubrían las abominables incidencias.

Si ha habido algún acto de vandalismo, este ha estado al margen de la protesta justa del pueblo, sabido es que no faltan truhanes que aprovechando la convulsión sacan a relucir su insanía, no olvidemos que delincuentes encontramos en todas partes.

Es de lamentar, lo ocurrido con los viajeros, pero es una realidad a la que muchas veces no podemos　 escapar, en más de una ocasión nos ha tocado y tantas otras nos ha de tocar. Perder unas horas de viaje no se compara en lo más mínimo con perder la vida de un ser querido, que es lo que ahora le toca sufrir a los deudos del joven caído como consecuencia del uso de armas letales de forma indiscriminada.

Dejamos a su juicio dos imágenes, la primera corresponde a las protestas contra la minería, donde se aprecia a los manifestantes portando palos y piedras y la segunda que corresponde al mar de gente pacífica que se desplaza alegre y jovial de defender su Cañete, con la fuerza de sus voces y las manos vacías de cualquier objeto que pudiera causar daño. Ese es el contingente de cañetanos: hombres, mujeres y niños de todas las edades y condición social que han sido reprimidos de la forma más abusiva, violenta y cobarde.

10 mil personas frente a 800 policías, demuestra que si la pretensión de la población hubiese sido agredir a la policía tranquilamente hubiesen podido pasarles por encima sin embargo siempre primó la cordura departe de los pobladores cañetanos, quienes dado un momento, exacerbados por la forma inclemente con que eran reprimidos, trataban de repeler el ataque con las pocas piedras que alcanzaban a procurarse ante la estampida policial, las mismas que frente a las armas de fuego empleadas por los policías, estaban muy lejos de causar el daño que si ocasionan, el gas pimienta usado, los perdigones de goma y proyectiles de AKM empleados por los efectivos de la PNP.

Producto de ello han resultado muchos pobladores heridos de consideración, pero lo más triste y lamentable es saber de la muerte de un joven padre de familia de 24 años de edad Pier Eduardo Gonzales Arias, mientras que otros se debaten entre la vida y la muerte.

La enardecida población, destruyó una ambulancia, debido a que todas las que habían en la zona sólo prestaban auxilio a la policía y se negaban a transportar a los manifestantes heridos por bala.

La fuerza del orden ha empleado las formas más arteras y desleales para debilitar la causa de los cañetanos. Emprenderla con madres indefensas con pobladores de los anexos aledaños a la carretera panamericana.

Las imágenes no nos dejan mentir, el periodista de TV Perú, Américo Huamán quien valientemente cubría como agredían a sus colegas periodistas, fue también agredido de forma cobarde por los efectivos policiales.

No deseamos que esto continúe, por el contrario, esperamos que las autoridades, reconsideren sus puntos de vista, lleguen a un diálogo con los Líderes del Frente de Defensa y las determinaciones a tomar sean concertadas y de beneplácito no sólo para Cañete, sino para todo el Perú.

¡VIVA CAÑETE!