03 diciembre 2011

MINISTRO DE JUSTICIA DICE QUE NO SE AMPLIARA PENAL DE CANTERA HASTA QUE SE ACUERDE CON EL PUEBLO PERO NOS LLAMA IRRACIONALES

El ministro de Justicia, Francisco Eguiguren, informó que la obra de ampliación de los dos pabellones en el penal de Cañete «no se iniciará» hasta que exista un clima «de acuerdo» con la población y las autoridades de la ciudad sureña.

«Invoco a las población y a las autoridades que actúen con prudencia y reflexión, pero sin violencia por que esta no es la manera de expresar sus puntos de vista», indicó en RPP a propósito de un bloqueo de la Panamericana Sur.

Eguiguren recordó que en el actual penal de Cañete los internos viven en condiciones precarias e inhumanas, debido a que fue construido para albergar a 800 personas y que, en la actualidad, recibe a más de 3 mil.

«Lo que se planteó fue la construcción de 2 pabellones y de unos talleres de capacitación, para mejorar un poco la condición de hacinamiento con el compromiso de no llevar ningún interno a este penal», manifestó.

Subrayó que en esta provincia no se va construir un nuevo penal, sino que se planteó mejorar el ya existente, por lo que no hay razón para realizar una protesta en ese sentido.

«Es irrazonable protestar por una obra de ese tipo, que quiere mejorar las condiciones.

Ese fue el tenor de sus declaraciones tanto a los medios nacionales como a los locales con quien se comunicó, pero dejando evidente que estaba no en un plan negociador, sino de imposición de criterios.

Tanto Jorge Brignole como Gustavo Calderón que lo entrevistaron, con sus preguntas incomodaron al Ministro, que terminó rehuyendo el diálogo con ambos en sus respectivos programas.

Incluso en el Programa de Gustavo Calderón criticó de mala manera, el hecho de que un oyente no se haya identificado al momento de hacerle una pregunta.

Con esas poses, sin duda, el ánimo de los cañetanos se seguía exacerbando.

Lo cierto es que no se puede pretender pedir un dialogo, minimizando al adversario.

Nuestra protesta parece ser desproporcionada para nuestras razones, pero el deber de una autoridad es saber escuchar al gobernado... porque finalmente el pueblo es el que tiene la razón.

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