¿ES IMPORTANTE EL JUEGO EN EL NIÑO…?
Por Karen Chumpitaz Flores
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos realizado prácticas lúdicas (juegos) aún siendo, quizás ya no los mismos juegos de nuestra niñez, sino a través de recreaciones más reposadas como el ajedrez, damas y otros que se convierten en un paliativo para el quehacer tan convulsionado.
A través de esto, podemos entonces analizar y comprender qué tan importante es para el niño el juego y más aún, si esto desarrolla su habilidad, inteligencia, forma de personalidad y seguridad.
Sabemos que el niño siempre está jugando y explorando desde que acaricia un muñeco hasta la ejecución de juegos mucho más estructurados. Ya está aprendiendo y analizando a través de la experiencia.
Reconoce y discrimina: colores, formas, tamaños, texturas que despiertan su capacidad sensorio mental además de su creatividad e imaginación. El niño al realizar prácticas lúdicas forma su afectividad, a través de la experimentación de sorpresa, enojo, satisfacción al concluir una actividad con éxito.
Logra también convertirse en un ser sociable porque por lo general necesita un compañero de juego con el que comparte, discute y discrepa opiniones formando a la vez su lenguaje y personalidad, al mismo tiempo desarrolla su capacidad física ya que el juego requiere de movimientos y ejercitan piernas, brazos y tronco.
Muchas veces los adultos hemos negado y cuando niños hemos sido regañados para no ensuciarnos la ropa o no lastimarnos cuando realizábamos un juego. Pero sabiendo ahora todos los beneficios que proporcionaron el juego en nuestros hijos podemos pasar por alto algunos aspectos contando con niños felices, exitosos, líderes y no niños frustrados, tímidos e incapaces de afrontar problemas.
Entonces, pues, padres de familia y colegas, está en sus manos brindarle a los menores un ambiente adecuado donde se puede desenvolver con éxito en la vida.
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