06 enero 2017

Economía Peruana Análisis y perspectivas 2016-2017



Percy Eloy Alcalá Mateo

En los últimos 10 años, el Perú ha destacado como una de las economías de más rápido crecimiento en la región, con una tasa promedio de crecimiento anual de 5,9% y una baja inflación del 2,9% en promedio (según datos del BM).
Pero este escenario se ha visto afectado en el último gobierno (saliente), sobre todo cuando nos vemos sumergidos en un entorno macroeconómico bastante complejo, para ello, existe indicadores que permiten tener una perspectiva de hacia dónde nos dirigimos como país. En ese sentido, observarnos que antes del 2015 la economía peruana venía cayendo, es decir, un PBI que venía creciendo a un ritmo de 8.45% y 6.45% en el 2010 y 2011 respectivamente, dejo de crecer a pasos agigantados, llegando a 3.28% en el 2015, básicamente explicado por tres factores, la caída de los precios de los minerales, la caída de la inversión privada y pública (sobre todo por las expectativas de los inversores e infraestructura), y las reformas estancadas principalmente enfocado en la falta de institucionalidad (pasando del puesto 61 al 69 según el ranking mundial del informe de competi-tividad al 2015).
Todo este escenario inquietante está acompañado de otros indicios respecto a nuestra salud económica, pues el actual gobierno recibió un país mucho más endeudado, en más del 50% respecto a los últimos 5 años (tanto por deuda interna como externa), como también menores ingresos fiscales, cerca de - 4,000 millones de soles al percibido en el 2014 (explicado básicamente por la caída de la recaudación del impuesto a la renta). Y si sumamos a ello un gasto corriente con un comportamiento creciente en las condiciones expuestas (que aumento en un 100% en el 2015 respecto al 2010). tenemos una economía ahogándose, endeudándose más, gastando más, recaudando menos, creciendo menos y con grandes problemas de organización, corrupción e inseguridad.
En el primer semestre del gobierno actual se aplicaron algunas medidas con la expectativa de reactivar la economía, esto mediante las facultades legislativas, permitiendo generar algunos cambios en materia de política tributaria y de inversión pública y privada, dándose así un estimado de crecimiento entre el 4% y 5% para el 2017, igualmente para el 2018. Y si se toma en cuenta que las estimaciones de los analistas internacionales los cuales no esperan un deterioro de los precios de los commodities, sumado a ello que la economía China crecerá cerca al 6.5%, además del anuncio de la política de inversión en infraestructura lanzada por Trump para EEUU, más el leve crecimiento del mercado europeo, es posible alcanzar ese 4%. Sin embargo, la magia del exterior no sustenta un buen manejo en política económica, y para ello existe tareas pendientes por hacer.
Para el 2016 el PBI creció alrededor del 3.8%, asimismo, hemos pasado del puesto 69 al 67 según ranking mundial del informe de competitividad, subiendo dos escalones respecto al 2015. De otro lado, el gobierno se encuentra apostando por inversión en infraestructura. Como ya lo refirió el ministro de economía Alfredo Thorne, se está priori-zando la ejecución de 55 proyectos que suman cerca de US$ 15,000 millones, que aunado a los proyectos en proceso de destrabe (US$10,000 millones), se reflejaría en un impulso a la inversión a partir del 2017. 
Por otro lado, el nivel de endeudamiento sigue creciendo y los ingresos fiscales se encuentran con una expectativa a la baja, esto debido a las últimas disposiciones efectuadas por el ejecutivo.
La pregunta es ¿Son políticas que podrían reactivar la economía en el mediano plazo o solo es un respiro para el corto plazo?, y no olvidemos claro que nuestra moneda viene depreciándose, no solo por los movimientos de la FED, sino también por la reducción del encaje en MN (con la reducción del encaje en moneda nacional se inyectará S/. 300 millones al sistema financiero), haciendo que el tipo de cambio suba y complicando un poco más el escenario económico, entonces ¿Qué esperar?, o mejor dicho ¿qué hacer?
Si bien existe un aumento en inversiones del sector minero y habrá mayores ingresos (por los volúmenes de producción), no podemos quedarnos en los laureles de las expectativas, el gobierno debe actuar considerando que existe la posibilidad de mayor proteccionismo por parte de los EEUU (Trump) y una reacción de China ante este escenario, que no beneficiaría en nada a la economía mundial. En ese sentido, el gobierno debe enfocarse en 5 puntos:
Primero.- Mejorar la calidad del gasto tanto a nivel central como regional y local. Ya hemos observado muchas veces que los gobiernos no cuentan con la capacidad para generar gasto de calidad (infraestructura/ educación. salud, etc.) para la mejora de la competitividad.
Segundo.- Impulsar otras actividades económicas, entre ellas el turismo como fuente sostenible a las fluctuaciones de otros sectores como el minero, y no dejando de lado sectores como el agropecuario que es probable que sufra una caída por las implicancias climáticas.
Tercero.- Planes de mediano plazo en infraestructura, y planes integrados en lo que respecta en asociaciones públicas privadas para un mayor impacto (pues al hacerlo en forma aislada podría entorpecer otros planes y asignación de recursos).
Cuarto.- Continuar con las reformas pendientes en el sector educación, transporte, salud, justicia y el sistema electoral, enfocándose en una mayor institucionalidad de las entidades. El generar institucionalidad implica crear bases sólidas para la competitividad; es decir, permite condiciones propicias para atraer mayores inversiones nacionales y extranjeras; además que promueve la meritocracia y el escalafón en el sector público; estimulando al capital humano; y permitiendo reglas de juego claras, duraderas y transparentes, que corno consecuencia disminuye el nivel de corrupción.
Quinto.- Planes que permitan seguir combatiendo la informalidad, mejorando los servicios y destrabando los trámites burocráticos, haciéndolos más encientes y medibles.
En conclusión, el gobierno actual tiene la oportunidad de demostrar que puede generar un planea-miento estratégico, creando las bases para impulsar las inversiones mediante la inversión en infraestructura y sumado a ello generar confianza mediante la institucionalidad, esto mejorará el escenario económico.
De esta manera podríamos aprovechar la coyuntura actual y crecer entre un 4.5 y 5% para el corto y mediano plazo, no dejando de lado claro la intención de generar consenso con las fuerzas políticas que forman el legislativo.

No hay comentarios.: