30 enero 2013

VACACIONES UTILES NO DEBEN GENERAR SOBRECARGA DE ACTIVIDADES PARA LOS NIÑOS

Las llamadas «vacaciones útiles» deben ser programadas con los propios niños, de acuerdo a sus gustos, deseos y necesidades. No es recomendable que ocasionen sobrecarga de actividades, en tan corto tiempo de descanso, lo que producirá un desgaste físico y mental ya acumulado por la escuela.
 Así lo manifestó Beatriz Vega Muñoz, psicóloga del policlínico Pablo Bermúdez de EsSalud, quien añadió que sólo si es necesario, se le debe reforzar en alguna área específica de la currícula escolar, con fines de nivelación.
La especialista se mostró contraria a la idea de «adelantar» al niño en materias del año escolar próximo durante las vacaciones, porque atentan contra su natural descanso y porque los resultados no suelen ser necesariamente positivos.
Recomendó elegir las actividades artísticas y lúdicas en este período, ya que durante el año escolar se ha estimulado la parte lógica del niño relacionada con el lenguaje, las matemáticas y otras materias que la escuela profundiza permanentemente.
«Mediante la música, el canto, el teatro, la oratoria, la pintura y el deporte, los niños aprenderán a expresar o canalizar sus emociones, ingenio, talento y energía. Reforzarán, así mismo, su desarrollo y su educación ayudándolos a crecer mental y físicamente como individuos», indicó.
 
Reforzar lazos
De otro lado, Beatriz Vega dijo que los padres deben aprovechar las vacaciones escolares, para compartir el mayor tiempo con sus hijos en actividades recreativas, lo que permitirá fortalecer sus lazos afectivos.
«Al realizar estas actividades familiares juntos, los niños crecerán en un núcleo afectivo sólido, lo cual es importante para su desarrollo y madurez personal», dijo.
Ante el temor infundado que representa para los padres el número prolongado de horas libres, Vega Muñoz explicó que estas se deben respetar por ser necesarias. Luego de un intenso año escolar, los niños necesitan mayor descanso y menos tensión. «Las vacaciones escolares, como las laborales de los adultos, deben ser un período de descanso y recreación. Esto es un derecho propio de los niños y, no una concesión de los padres o tutores», subrayó.

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