23 septiembre 2013

SOLO EN CHILCA, MALA Y ASIA OCURRIERON 23 ASESINATOS EN LOS ÚLTIMOS DOS AÑOS

Detrás de cada crimen hay una historia. El lunes 9 de setiembre fue silenciada a tiros Guisella Amparo Recuay, una joven de 25 años, pro-motora de espectáculos infantiles, quien se había convertido en testigo clave del asesinato del dirigente de construcción, Jimmy Santos Ávalos.
La mataron en el centro de Mala, una ciudad con un alarmante índice de crímenes.
La ola de asesinatos desatada en el norte chico, también entre bandas que se disputan el control de los cupos de trabajo en obras de construcción civil, ha alcanzado la cifra de 17 fallecidos entre enero y julio del presente año.
Muchos de ellos fueron dirigentes que dejaron sus cargos o se oponían a los intereses de sus rivales. Esta modalidad no es nueva, ya tiene precedentes en otros lugares del país y con los años se está haciendo famosa la frase: «mándale la moto».
Está en manos de la justicia, el frenar esta ola criminal, si se trabaja con decisión. «Los sicarios están ganando la batalla, sin que las autoridades nada o poco puedan hacer», comenta un funcionario edil.

CRECE LA EXTORSION...
«Ya viste lo que hemos hecho, me han contratado para matarte a ti y a tu familia». El mensaje fue recibido por el empresario topográfico Luis Farfán Bejarano, en su oficina de Ventanilla. Luego recibió otras 11 amenazas por negarse a pagar una extorsión.
El ciudadano común se está convirtiendo en blanco de este tipo de delito. Si eres comerciante o empresario te extorsionan, si tienes buena posición económica te secuestran, sin importar edad ni sexo.
La Dirincri ha establecido que el 95% de las llamadas telefónicas para extorsionar a los ciudadanos se efectúa desde los penales de Lima. El dato proviene de las solicitudes de levantamiento del secreto de las comunicaciones hechas por el Poder Judicial, a raíz de denuncias de las víctimas.
El reporte de llamadas, que incluye la localización geográfica de donde se hicieron estas, confirmó que los reos tienen dos o tres contactos fuera del penal para apoyar sus acciones, es decir, entregar arreglos florales, dejar explosivos o recibir el dinero.
En el 2011, la Dirincri recibió 367 denuncias de extorsión a negociantes y familias, pero la cifra no incluye las cifras de otras jefaturas de Investigación Criminal de Lima y el Callao.
Se detectó, además, a 46 sujetos que hicieron llamadas chantajistas, entre ellos presos, pero existe otro inconveniente: la lentitud de las empresas de telefonía para levantar el secreto de las comunicaciones. Ello impide desarticular a bandas rápidamente.
También las extorsiones, más numerosas en el norte, parecen crecer de modo silencioso en la capital. Una de sus víctimas es el comerciante del emporio de Gamarra, Geiner Francisco Chacón Cachay (46) en cuya vivienda arrojaron una granada y dejaron un mensaje: «Paga 25 mil dólares o se mueren tus hijos».

EXISTEN UNOS 30 FALSOS SINDICATOS DE LA EXTORSIÓN
Llegan en grupo, con palos y armas de fuego. Golpean y disparan sin miramientos. Amenazan con continuar si no se les da lo que quieren, y regresan mensualmente por más. Si se les niega, optan por el seguimiento, el secuestro e, incluso, el asesinato.
Empresarios, ingenieros y albañiles se han visto obligados a ceder ante los falsos sindicatos de construcción civil. «Si denunciamos, nos exponemos a su venganza», dice el arquitecto Pedro Péndola, de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco).
De acuerdo con la policía, son 30 los falsos sindicatos que obligan a las empresas a contratar entre 20 y 30 «chalecos» (hampones o ex reclu-sos), incluir empleados fantasma en las planillas y entregar el 2% del valor de la obra y del jornal de los obreros. El botín que obtienen estos grupos oscila entre US$30 mil y US$200 mil.
Para el secretario técnico del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (Conasec), general PNP (r) Roberto Villar, las nuevas normas de seguridad ciudadana aprobadas por el Congreso impedirá tener más delincuentes en las calles .
Destacó que desde julio último, cuando se puso en marcha el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana, a la fecha, se han capturado a 12 mil 60 requisitoriados y 18 mil 532 delincuentes en delitos flagrantes.
Asimismo, dio cuenta de la recuperación de 2.456 vehículos y 1.277 armas.

EN CIFRAS
18,532 delincuentes han sido capturados desde julio, según el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana.
846 denuncias diarias por cada 100 mil habitantes se registraron en el 2012.
40 personas han sido asesinadas por peleas de obreros de construcción en el norte y sur chico de Lima.
95 % de las llamadas para extorsionar se efectúa desde los penales de Lima. El 2011 la Dirincri atendió 367 casos.

EN EL SUR DE CAÑETE
Si bien es cierto, los índices de asesinato en la zona norte de Cañete, son alarmantes... distritos como Imperial y San Vicente, también tienen un índice cada día mayor de asesinatos y muertes.
Basta revisar lo que sucedió en el último fin de semana, en el distrito de San Vicente, donde después de algunas horas, que tuvimos al mismo Ministro de Justicia, y a autoridades especializadas en Seguridad Ciudadana, y a escasa cuadra de la Plaza de Armas, fue ultimado sin más ni más, un joven de aproximadamente unos 24 a 25 años, de 5 balazos.
Esta muerte, no se la podemos achacar a Construcción Civil, como tantas otras muertes donde dicho gremio ha participado... Lo sucedido con este joven, es delincuencia común, que hoy en día, se siente cada día más fuerte... y ya se roba y mata, por quitame esta paja.
Ya no es confiable salir a pasar un fin de semana en alguna fiesta, siempre hay un desadaptado que se pasa de copas, y que piensa que es el dueño del mundo... y si tiene un arma mucho mejor.
Algo se tiene que hacer... se dijo que se iba a ser más fuerte en el otorgamiento de armas de fuego, pero parece que el mal subsiste... que no se ha corregido nada... Hoy, vemos a mucha gente con arma... y lógicamente con ella en la mano, se sienten poderosos, y capaces de cegar la vida a cualquier persona.
De otro lado, no hay una medida tendente a resguardar a la población... seguimos como antes, y nos sentimos que en vez de atenuarse las peleas callejeras, las muertes a la vuelta de la esquina, estas se intensifican, sin que ninguna autoridad tenga la varita mágica para luchar contra la delincuencia.
Ojalá que la presencia de las más altas autoridades en materia de Seguridad Ciudadana, halla dejado algo de enseñanza.
Ojalá que podamos armar un plan general para erradicar la delincuencia... ojalá, antes de que Cañete se vuelva una provincia donde no impera la ley ni el orden.

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