13 febrero 2013

TERCERA PARTE) LA «VACANCIA» DE MARIA MONTOYA – ALCALDESA DE CAÑETE

Por Vladimir Alexander Rojas Hinostroza

La posibilidad remota que María Montoya sea defenestrada del sillón edil que ostenta, va llegando a su etapa final, y en cuestión de horas conoceremos si deberá plantear una reconsideración o no, ante lo que resuelva el JNE.
Mientras ocurría ello, se llegó a conocer que dicho ente electoral había adoptado dos criterios que nacen de una interpretación a la Ley de Municipalidades:
i) Si un alcalde pacta sobre bonificaciones y percibe el beneficio, es vacado; pero ii) si devuelve lo recibido, no es vacado.
En buen romance, según el JNE lo que buscó es decirle al país que ningún alcalde puede cobrar bonificaciones.
Lamentablemente, dicha prohibición ya alcanzó a todos los trabajadores, y mis paisanos no han dicho ni pío
Del mismo modo, mientras caminaba la vacancia, ni los regidores dijeron nada sobre el pacto de bonificación, sólo absolvieron el pedido de vacancia. Ni tampoco dicen nada, de las denuncias publicitadas por su par José Caico. Qué más da, ellos seguían en recreo, mientras su chalán colega festinaba la vacancia en el refectorio «Paisa».
Asimismo, tras los pasos de la vacancia, los del «colectivo antialvarado» fustigaban al Ministerio Público para que acelere su labor, y por apresurarlos tuvieron como resultado una «tosca» acusación, que dilata más el tiempo para que se resuelva el Proceso de Telefónica.
Seguidamente, al negocio de la vacancia, Lita Román reconocía que llegó a vicepresidenta sin pensar recibir «un sol» luego que le redujeran la remuneración, y como acto de magia algunos se adhieren a su «causa salarial», dejando de lado que gracias a su «certificado laboral» el GRL acaba de perder un proceso judicial, sin que cierto «abogadillo» o «empírico» se apersone como protector del Estado. Así es la política, para algunos.
Gracias al juego de la «vacancia», pasan los meses y pocos hablan del por qué no funciona la Universidad de Cañete, si la de Barranca nació después y ya tiene licencia; no se definen los límites con Chincha, pero lo que haga Elías llama nuestra atención.
Pese al proceso de «vacancia» la gestión de Montoya Conde ha continuado engendrando errores, como en la Gestión Regional de Alvarado: Falta promover, invertir y cumplir la palabra.
Si el JNE demora un día o más en publicar su resolución, señalan algunos «ahí hay amarre»; y es que cuando alguien siente que el negocio se va de las manos, todos son corruptos, criminales, ladronas, vendepatrias, etc.; cómo si fuera el único ente dónde los procesos demoran: ¿idiota, te olvidaste que estás en el Perú?
Si alguien pensó que vacando a Montoya, Cañete progresaba, está equivocado; como también está errado quién cree que la alcaldesa es la solución a todos los problemas.
Recordemos algo, que parece hemos olvidado: El JNE sólo nos dirá si María Montoya se va o no; el JNE no nos va a decir, cómo mejorar nuestra provincia, ni cómo se debe luchar contra la corrupción.
El «Paisa» me espera; y desde la clandestinidad, radio «Unión» también.

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