08 febrero 2013

AGENDA DEL AGUA: INEFICIENCIA ENTRE LO RURAL Y URBANO

Por Vladimir Alexander Rojas Hinostroza

En nuestra localidad la infraestructura del agua se encuentra administrado por la Junta de Usuarios y sus comisiones de regantes (en lo rural), y por EMAPA (en lo urbano y pequeños poblados).
La demanda por el recurso hídrico es una constante diaria, no sólo por su uso doméstico, sino también por su utilidad agropecuaria; sin embargo, la gestión por su eficiente distribución es un tema sin mayor relevancia, mientras los usuarios cancelan millones por su aprovechamiento.
Catalogados como «Valle Bendito» por la constancia de las aguas de nuestro río, transcurren los años, sin que las autoridades, las organizaciones, y la empresa presenten una agenda clave en su administración, quizás creyentes de la idea que tal riqueza siempre nos será favorable.
Por un lado, la empresa local del agua, sobrevive gracias a la inversión pública que desarrolla el ministerio de sector, como los gobiernos regional y municipal. Cada año, las cifras de su balance arrojan pérdidas, o cifras azules decepcionantes.
De la misma forma, la empresa subsiste por los usuarios y sus pagos mensuales, y por un presupuesto que sólo le sirve para pagar personal: ¿una empresa que no invierte, ni se comporta como tal, acaso es rentable y merece seguir auspiciada con nuestros tributos?
En el ámbito rural, la junta de usuarios administra la infraestructura de riego en nuestro valle, acompañada de las comisiones de regantes, quienes extraen de la famosa «mita», el ingreso que les permite pagar burocracia, y en alguna medida limpiar los canales: ¿Después de las bolsas de cemento que entrega la gestión regional, tal organización de usuarios de agua ha realizado una importante inversión a favor de los agricultores?
La administración del agua en Cañete adolece de un real liderazgo, y eso es nefasto, porque justamente lo que requiere nuestro principal referente hídrico es gestores, y no gente que se llene los bolsillos, y maquine para enraizarse en cargos por las dietas y comisiones.
Si la empresa requiere un cambio de directores, que sea por su salud, y no por gollerías de sus municipios accionistas. Lo mismo, debe exigirse a la región, colegios profesionales, y universidades que también designan sus representantes.
En ese enredo, la junta de accionistas ni siquiera se reúne para abordar su problemática, ni poner plazos a sus actuales directores para el diseño de una política empresarial que se da en otras provincias.
La junta de usuarios se sacudió hace unas semanas de su anterior gerente, que ni los agricultores conocían, y que por años tampoco entregó un esquema de trabajo concreto, y eso que por sus manos pasaron millones.
Se tenían previstas elecciones en el mes de mayo para cambiar a los directivos, pero el pasado 02 de febrero, el gobierno generoso de Humala amplió la convocatoria hasta el mes de octubre.
Qué más da, ¿les interesa promover la agenda del agua en lo urbano y lo rural?... para pensarlo, verdad.

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