EL ANIVERSARIO DE CAÑETE LO CELEBRO ESCUCHANDO A RADIOHEAD Y NO A CAITRO SOTO

Hace unos meses el periodista Marco Sifuentes en Cañete mostró su extrañeza del porqué en las zonas altoandinas la música metal tiene tanta acogida. Hoy, comentarios de cañetanos comunicadores van en el mismo sentido reclamando porqué la cartelera de celebración del aniversario de nuestra provincia es tan arroz con mango que sirve rock, chicha, cumbia, huayno y criollo, muchas veces en desmedro de «nuestras» siempre ninguneadas danzas y música negra - leáse afroperuanas si se prefiere el amariconado cliché anti racista-.
Decir que porque eres mexicano debes tener como canción de cuna una de Pedro Infante o porque naces en la zona alto andina tus polos deben decir I love You Pastorita Huaracina es tener una visión bien clasista y xenofoba de las personas.
Hace tiempo lo de Cuna y Capital del Arte Negro para Cañete es un titulo que tiene más de pomposo que de realidad y es por ello que eventos donde se promueve, se enaltece, se quiere destacar tal legado apenas congrega unos cuantos gatos que sentimos frenesí al toque de tambores. Quién no ha ido en las últimas noches a los conciertos de Marisol, de los Olimpicos del Canipaco o incluso del Fher de Maná bamba no sabe lo que es la gente disfrutando de lo que sí considera una música que los representa. ¿Mandamos a la hoguera por eso a María Montoya y su corte de regidores? ¿Incendiamos todos los carteles de Alvarado? ¿Nos ponemos en estado de sitio y fusilamos al primero que no sepa bailar el alcatraz?
Ya no hay purismo para bien o para mal. La nueva frase que debe usarse ahora es que todos tenemos de Inga, Mandinga y Gringa y no sólo debe entenderse por nuestra mezcla de razas sino también de gustos. Nos guste o no aceptemoslo. Que lo afro se renueve, se convierta en alternativo, es la única manera de salir de dónde estamos sino será un bonito recuerdo de lo que fuimos o ganancia de algunos que lucran con ello.  Mientras tanto yo escuchare al genial Caitro Soto cuando se me plazca pero hoy en el aniversario de Cañete no se me da la gana y escucho absorto las notas del No Surprise de Radiohead y apuesto que me siento más de esta tierra que ninguno.
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