En días pasados, dimos a conocer la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el caso Telefónica – José Arias, en donde se señalaba entre otras cosas, que sus derechos constitucionales había sido vulnerado, y ordenaba que el proceso judicial contra él llevado, debería de volver a la Etapa de Juicio Oral, constituyéndose una sala diferente a la que lo había juzgado.
A partir de allí, muchos analistas y periodistas empezaron a señalar sus ideas… para unos, todo era cosa juzgada, ya se lo había sentenciado y condenado, y no había nada más que hablar. Para otros (en verdad unos pocos), la sentencia del Tribunal Constitucional aclaraba mucho el panorama, y señalaban que habiéndose vulnerados algunos derechos, hacía bien el Tribunal Constitucional, en anular todo lo actuado y volver a iniciar el proceso desde la etapa del Juicio Oral.
Entre los argumentos esgrimidos por el Tribunal Constitucional, se señalaba claramente que se había ordenado la orden de captura, sin que se señalase específicamente las reglas de conducta que José Arias había vulnerado… es más, indicaban que ausentarse por tener que atender una urgencia de salud, para nada violentaba las reglas de conducta para él señaladas. Por lo tanto esgrimían, que en el proceso contra José Arias, todo debería de retrotraerse hasta el nivel de Juicio Oral, es más, agregaban incluso un ítem, en donde señalaban las consecuencias del fallo, y allí sin más ni más, indicaban que debía reiniciarse el proceso en el nivel indicado, y además ordenaban la constitución de una nueva sala.
Muchos de los analistas políticos cañetanos ante este fallo, señalaban, queriendo ser más papistas que el papa, que la resolución emitida por el TC, era a destiempo, que era inaplicable… e iban más allá, señalaban que todos los que opinaban lo contrario, estaban aliados con la corrupción, y frasecitas similares que claramente señalaban que quienes no opinaban como ellos, simple y sencillamente eran corruptos.
Nosotros desde este medio, escribimos y transcribimos la sentencia en mención; los argumentos allí son claros… estamos hablando en materia judicial solo de la forma, en ningún momento se ha tocado el fondo del asunto. En otras palabras, se ha señalado que aquí, en este proceso, no se ha llevado a cabo el debido proceso… no se ha respetado los derechos del procesado… y así como en este caso, es muy cierto, hay muchos procesados a los que no se les respeta el debido proceso.
Se juzga y sentencia casi siempre al que menos tiene, al que no puede defenderse como es debido… pierden juicios, los más pobres… y casi siempre son vencidos por el que más tiene, por el poderoso don dinero… para ellos está hecha la justicia. Y también, hay que reconocer, que muchos pierden juicios por no saber los derechos constitucionales que tienen, por no conocer las reglas del juego… por no tener dinero para pagar a abogados que conocen todo el esquema legal, desde las formas en un proceso, hasta el análisis y aplicación de los argumentos legales, cuando se trata de ir al fondo del asunto.
En el caso de José Arias, él ha tenido la suerte de que está rodeado de gente que en materia legal, sabe defenderse, sabe aplicar lo que tiene que aplicar en el momento que debe de aplicar… Al inicio de este proceso, hay que reconocer que Arias no se defendió como debía, es más, creía que los argumentos presentados eran suficientes para demostrar que el dinero embargado a Telefónica había sido bien utilizado… para él la distribución del dinero era lo que más importaba. Con el correr de los días, ha entendido que las cosas no se hicieron bien, que es evidente que hay pasos que no dio, hay constataciones que no realizó… y eso implica un cierto grado de culpabilidad… una culpabilidad, quizás por desconocimiento, quizás por mal asesoramiento… pero en ningún momento, por parte de él, de querer aprovecharse del momento y llenar sus arcas para sí.
No se pueden comparar los casos a los que se ha vinculado… El de Chilca, el de Lunahuaná, el de Santa Cruz de Flores, cada uno tiene un matiz diferente… cada uno se hizo de forma diferente… es más, hay que señalar que los embargos a Telefónica se dieron no solo en Cañete, sino en diversos distritos del país… en un momento, en que el Estado daba muy poco, casi nada para el desarrollo de los pueblos… por ello, muchos alcaldes vieron en estos embargos aplicados a Telefónica, por los abusos cometidos para el uso de la fibra óptica, una inmejorable oportunidad para llevar dinero a sus pueblos, y hacer las obras que no se podían hacer por falta de dinero.
Es cierto también, hay distritos en donde la comisión cobrada por la empresa dedicada al cobro de estas infracciones ha sido muy alta… otros casos, en donde no se sabe que se hizo con el dinero embargado… en otros, lo justificado no está acorde con lo embargado… es decir, son casos diferentes, y cada uno debe ser medido con distinto argumento.
Hoy José Arias ha recobrado la libertad… y debe de enfrentar éste proceso judicial, en donde muchos creían encontrar el argumento ideal, para encerrar y privar de su libertad, a quien no podían vencer en las urnas… a quién venía siendo una piedrita en el zapato, en las ventas de terrenos… Hoy José Arias ha recobrado la libertad, y tiene que entender que no basta tener buenas intenciones a la hora de hacer obras… sino que hay que fundamentarlas bien… constatar, verificar todo lo que haya verificar… solo así se verá libre de enfrentar denuncias, que nunca faltan.
José Arias está libre, pero no ha sido declarado inocente… para ello, hay un largo trecho por recorrer… y esa materia estamos seguros que lo canalizará hacia sus asesores para esgrimir una mejor defensa que la que tuvo. Creemos que José Arias cometió errores, que en política se pagan caro… esperamos que la factura no sea elevada… y podamos tener José Arias para rato.
Por lo pronto, ayer luego de señalar que el actual Alcalde Teófilo Yucras no ha sido leal, al incluso pactar una reunión con la gente que está vinculada de una u otra forma a otros intereses, señaló que su objetivo siguiente es recuperar el cargo de Alcalde, y para ello ha emitido documentos al JNE pidiendo la restitución en su cargo.
RPP INFORMABA ASI
RPP Noticias, informaba de esta manera el acontecimiento:
«Después de cien días de estar recluido en el centro penitenciario de Cañete, salió en libertad el alcalde del distrito de Asia, José Arias Chumpitaz.
La disposición se acató luego de que el Tribunal Constitucional declarara fundada la demanda de habeas corpus, por lo que se anuló el juicio oral en su contra y declaró nula la sentencia de la sala penal de Cañete.
El alcalde ha solicitado al Jurado Nacional de Elecciones su reincorporación al cargo y este martes fue recibido por cientos de pobladores.
Mientras tanto, reconformada la sala que lo sentenció a seis años de prisión, en breve se reiniciará un nuevo proceso judicial en su contra.
Como se recuerda, el burgomaestre fue acusado de este delito al haber destinado más de 3 millones de soles a una empresa fantasma para realizar cobros coactivos de telefonía».
Aquí habría que aclarar era que no se destinó a una empresa fantasma, sino a un empresa recién constituida… en cuanto al monto, no hay que confundir el monto embargado, con el monto destinado como comisión a la empresa en mención.
Finalmente, José Arias demostró su malestar y extrañeza, porque su sucesor Teófilo Yucras ha removido a varios funcionarios, llegando inclusive a despedirlos, sin más ni más. Anunció luego, que a su retorno al palacio edil asiano, los reincorporará, anunciando también algunos cambios en dicho entorno.
Quedo claro que la lucha de José Arias es contra quienes quieren seguir depredando el distrito de Asia, con la venta de sus tierras.
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